La boda de Beatriz y Diego en Elciego, Álava

El día de nuestra boda

Parece que ha pasado tanto tiempo... pero es que llevaba dos años preparándola y me alegro porque fue genial. El día elegido fue el día de San Fermín, una fecha fácil y con significado de fiesta que era lo que queríamos. Una gran fiesta con pocos invitados pero los justos, los que realmente queríamos que estuvieran.

La invitación fue una postal de nuestra anterior boda en Las Vegas, preludio de la gran fiesta que iba a ser nuestra boda. Todo el enlace fue en la bodega, así que pasamos todo el día allá.

Nuestro amor empezó doce años antes, con negocio y llevábamos viviendo juntos diez años. La noche antes dormimos juntos. Al levantarnos mi pareja se fue al peluquero y a vestirse a casa de su famila, a mí me vinieron a maquillar y peinar a casa a las ocho de la mañana, una amiga me ayudó a vestirme y ¡para las diez ya estaba preparada!

Vinieron los fotógrafos para hacerme fotos en el jardín con los gatos, luego vino mi pareja a buscarme y me dio una pulsera y yo a él, la flor para el hojal. Nos vino a recoger una limusina blanca y salimos para hacernos las fotos por el camino entre viñedos y campos de cereal. Llegamos a la bodega, él se bajó para entrar con su madre y esperar mi llegada. La ceremonia la preparamos en un portal de la parte vieja de la bodega. ¡Ah! no os he dicho que la temática de la boda era el color morado (del vino) con lo que mi vestido llevaba la lazada del corsé en morado, los zapatos, el ramo y la diadema de flores, junto con los calzoncillos del novio y los calcetines era todo morado.