La boda de Bea y Sara en Pedrola, Zaragoza

El día de nuestra boda

Pues todo empezó con muchos nervios, hicimos la ceremonia y todo lo demás en el Castillo Bonavia, la entrada la hice a caballo y esperé a que mi pareja llegara, nerviosa ansiosa por verla, por ver lo guapa que estaba. Después hicimos el ritual de la arena que me parece algo precioso para hacer. Cuando terminó todo pues ya que se habían pasado los nervios y se templaba un poco el cuerpo, pasamos al aperitivo, que estaba todo buenísimo como siempre. Muchas fotos, risas, emociones y sobretodo mucho cariño de la gente que nos rodeaba.

Fue un día muy muy muy especial, como tiene que ser. Al entrar al salón para empezar el banquete todo fue redondo, buen ambiente, regalos aplausos y mucho entretenimiento de nuestros invitados. De verdad no tengo palabras para poder describir todo lo que sentí ese día. Pero no cambio ni uno de cada uno de los momentos que vivimos allí. ¡Fue simplemente espectacular y de 10!