La boda de Asier y Amanda en Bilbao, Vizcaya
De noche Verano Beige 7 profesionales
A&A
14 Jul, 2017El día de nuestra boda
Creo que ha sido uno de los mejores días de mi vida. Cero nervios, eso sí. Creo que no he estado más tranquila en mi vida porque sabía que era una de las mejores decisiones que he tomado nunca. Solo con decir que mientras me maquillaban y me peinaban (cosa que me hicieron en casa), estuve viendo con una amiga Moulin Rouge en la tele, las tres cantando y comentando la película.
Cuando llegó el fotógrafo, también, todo fue rodado mientras me preparaban. Él fotografiaba detalles, nos animaba y creo que se lo paso bien también con nosotras, aquí ya había llegado o enseguida llegó otra de mis amigas para echarme una mano. Anécdota divertida fue que, bajó una vecina a ver si podía subir a su casa a echarle un vistazo al frigorífico nuevo que se había comprado, y yo a medio peinar, que le abrí la puerta y estábamos mis amigas, la peluquera, el fotógrafo y yo, hasta que le dijo mi amiga: "No puede, se está preparando para su boda, que se casa en unas horas", lo que nos pudimos reír.
Seguir leyendo »Único momento "nervios" fue cuando, mi aun novio, nos avisó de que el transporte en el que iba a llegar yo con mis amigas venía ya de camino, ¡se había adelantado! Yo iba en hora, pero él se adelantó, pero pasada esa crisis de "pues que espere", todo fue rodado.
Además, pobrecitas mis chicas, lo que se tuvieron que pelear para atar el corsé del vestido. Menos mal que solo era eso y por lo demás era un vestido sencillo, que si no... ¡Me dejan en casa a medio vestir!
Todo el mundo miraba a la novia que iba montada en el mítico autobús bilbaíno, El Azulito.
Fue muy emotivo ver a mi padre emocionado al verme. Él no había visto mi vestido, ni siquiera una foto, ni sabía cómo iba a ser, por lo tanto, ver a su única hija vestida de novia, pues le emociono mucho.
Y, una vez entramos en el ayuntamiento, empezó toda la parte "seria", que sería para mí. La concejala encargada de casarnos era muy agradable e hizo su parte, y ver a mis sobrinos de 5 añitos trayéndonos los anillos para que nos los pusiéramos, fue un momentazo también. Luego, ya firmamos, y los pocos nervios que pudiera tener se disiparon, solo quedaba el hecho de pasarlo bien, que al fin y al cabo era un poco la excusa de la boda, juntar a toda esa gente a la que queremos, familiares y amigos, y montar una fiesta.
Detallazo que tuvieron en el cóctel los del hotel al guardarnos algo de comida para que pudiéramos probar algo al llegar un poco más tarde, mientras nos sacaban alguna foto por las cercanías del hotel.
Una cena impresionante, con un os DJ's que nos amenizaron todo desde el coctel muy agradables e implicados.
Casi mato a mi abuela cuando le entregué mi ramo, fue otro momento en el que lloré o lloramos muchos, porque no se lo esperaba. Me sentí muy feliz en ese momento de hacerla feliz a ella también.
Solo puedo decir que ese día se me paso volando, pero que me lo pase francamente bien, es cierto creo eso que dicen de que tienes la sensación de no haber estado con nadie y pese a que la sensación mía sea esa, creo que sí que estuve un poco con cada invitado.
Y si repitiera el día de mi boda, lo haría de nuevo con los mismos profesionales que me acompañaron ese día, porque ellos también son un pilar fundamental para que todo salga bien, y creo que todo salió casi-perfecto.
Seguro que me dejo mil cosas para contar, pero a groso modo, creo que eso fue todo.
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