La boda de Arantxa y Javi en Pamplona, Navarra
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A&J
13 Oct, 2012El día de nuestra boda
Amaneció sin frío. Los días anteriores habían sido bastante malos, lluvia, días grises. Me habían dicho que el sábado sería como un pequeño oasis en el desierto, un cielo abierto y azul entre días lluviosos y grises. No acababa de creérmelo, porque desde hacía tres semanas día a día iba consultando aemet y no predecían muy buen tiempo. Era 13 de octubre, sabía que me exponía a ello cuando elegimos la fecha, e íbamos tan felices y convencidos que era lo que menos nos preocupaba, pero claro, si hacía bueno... Yo por si acaso ya había llevado huevos a las clarisas y una amiga ¡incluso tenía pensado quemar el convento si los huevos no hacían su efecto! :-p
Aun era de noche cuando iba a la pelu, pero por el momento no llovía, eso era mucho. Conforme pasaban los minutos e iba clareando, vi que el día me iba a acompañar, se vislumbraba azul. Salí de la pelu y fui a ver si el ramo y las flores del coche ya estaban preparadas y así era, mi hermano lo recogería a las 11.45. Empezaba a estar un poco nerviosa, había estado extrañamente tranquila hasta ese momento, pero... ¡se acercaba la hora!
Seguir leyendo »Lllegué a casa con el tocado ya en la cabeza y mis sobrinas llegaban para ayudar a vertirme. El vestido era muy sencillo y fácil de poner, pero alguien tenía q echarme una mano con la cremallera, los botoncitos, la cola, el echarpe... cuando me lo puse... ¡ohhhhhhhhhhh terror, estaba roto!Nervios, ojos vidriosos. A ver, tranquilidad, que no cunda el pánico, si ayer no estaba roto, hoy no podía estarlo. Y así fue, ¡estaba metiendo mal los brazos!Ya estaba todo pero en ese momento, mi sobrina empezó a llorar, ¡empezamos bien! Emocionándonos ya en casa, luego los padres, las vecinas... ¡Uf, adiós maquillaje! ¡Menos mal que me pusieron casi como a las de natacion sincronizada!
¡Hala, al coche! ¡Cielos, cuánta gente en la calle! Primero un pie, el otro y el resto del vestido. ¡Todo perfecto!
Llegamos a la iglesia antes de tiempo, así que a dar un paseito por Pamplona para no llegar demasiado pronto, y por fin ahí estaba, bajándome del coche y Javi esperándome, Javi... y el resto del mundo. Ahí empecé a llorar yo. ¡Qué emocinante!, besos, abrazos, no importa el maquillaje! ¡Era tan bonito todo!
Los invitados empezaron a entrar con "I Don't Wanna Miss a Thing". Cuando ya estaban casi todos dentro entramos nosotros al son de "Bolero de ravel".
Tuvimos una ceremonia preciosa, hicimos el ritual de las rosas y elegimos toda la música, nos acompañó el Cuarteto Consonanza, de Pamplona. Fue precioso todo. La ceremonia no fue muy larga por lo que los invitados cuando acabó solo pensaban en lo bien que había estado, para nada fue pesada como otras.
Cuando salimos una amiga nos bailó "el auresku", un baile vasco de homenaje. Más lágrimas, luego las felicitaciones, el arroz, el confeti, las fotos, familia, amigos, primos, más amigos ¡y el reportaje! Lo hicimos por el casco viejo de Pamplona con la fotógrafa Ana Oses. San Nicolás, pozo blanco, Ayuntamiento, mercaderes, caballo blanco. ¡Fue tannn bonito! Y con ese día azul que nos hizo...
Cuando acabamos de posar, ¡a comer! en el restaurante Casa Manolo. Nos recibieron con la música de "Corazón contento", ¡Otra vez a llorar! Y por fin la comida. Eso de que dicen que los novios no comen nada ese día... ¡pues nosotros disfrutamos muchísimo la comida de nuestra boda! Cuando acabamos de comer, a cortar la tarta y reparto de ramo.
Con el café repartimos los detallitos, agendas para ellas y botellitas de pacharán para ellos. Nosotros mismos habíamos preparado los detalles, ¡y luego el baile! Ahí si que hubo lágrimas, pero esta vez no mías sino del resto de los invitados. Mi marido es discapacitado, va en silla de ruedas y supongo que pensaban que no íbamos a abrir el baile. Vamos, ¡sin abrirlo! ¡Si hasta habíamos ensayado en casa! Lo abrimos con el "Vals de astrain", muy sanferminero y como digo, lágrimas y lágrimas de emoción. Luego seguimos con un repertorio que habíamos preparado y que dj Rodri ejemplarmente "interpretó".
A las 10 todos los que aguantaron (casi todos) fuimos a un local a seguir la fiesta, había catering y baile, ¡qué más se puede pedir!
Sobre la 1 de la madrugada llegó la hora de retirarse (nosotros) y pasamos la noche en un hotel emblemático de Pamplona, La Perla, ¡que carajo, un día es un día! ¿y qué acontecimiento más especial que este?
Pues eso es todo. Al día siguiente salíamos para Barcelona, y el 15 nos íbamos de crucero. Espero que hayáis disfrutado mi relato, tanto como yo al recordar ese día.
Un saludo
Servicios y Profesionales de la Boda de Arantxa y Javi


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