La boda de Antonio y Lourdes en Madrid, Madrid

Cuando llegué a la iglesia la novia anterior seguía ahí y yo me empecé a poner nerviosa. Pero el fotógrafo me hizo algunas fotos en el coche, una amiga vino a verme (iba a colocarme la cola) y enseguida ya estaba en la puerta preparada para entrar con mi padre. Estaba emocionada de ver a mi novio al otro lado del pasillo mirándome fijamente. La ceremonia fue bilingüe español-italiano y, aunque hubo pequeños errores para mí fue perfecta por el modo en el que intercambiamos los votos, por las palabras de los sacerdotes, las oraciones... Yo estaba tranquila y me sentía segura al lado de mi padre y mi ya marido.

Después no me quería ir de la puerta de la iglesia a saludar a la gente, pero nos echaron y fuimos a hacer algunas fotos cerca de la iglesia.

Cuando llegamos al restaurante había gente fuera que no encontraba la puerta, pero nosotros esperamos unos segundos y, después, entramos. Todo me parecía perfecto a pesar de que algunas cosas de la decoración no estaban como yo las quería, pero no podía hacer nada con lo que me dediqué a hablar con gente, hacer fotos...

Luego pasamos al restaurante y no sabía bien qué hacer en la entrada porque soy tímida, pero disfruté todo. Tuvimos detalles para mis abuelas, mi madre y mi suegra. Dijimos unas palabras para los del local, los sacerdotes...

La comida estuvo muy bien. Hice entrega del ramo a mi hermana quien se emocionó y luego en el corte de la tarta dimos los muñecos a una amiga que se casa en septiembre y a su novio, ella se emocionó mucho. Luego ya dimos los detalles a los invitados durante el café.

El baile lo abrimos con el padrino y madrina y, aunque yo me equivoqué fue bonito. Luego salió mal porque el dj queríamos que dijera que bailábamos nosotros y los padres, pero no dijo nada entonces se animó más gente. Luego bailamos nuestra canción. Yo pasé de todo y disfruté el momento. También di unos ramos de paniculata a dos amigas durante el baile. Cada detalle de la boda iba acompañado de una carta. Mi marido me sorprendió tocando nuestra canción con la guitarra acompañado por su padre con la trompeta. Fue increíble. Bailamos todos hasta las 23 horas. No quería que terminara el día. Pasó volando pero disfruté cada segundo y fui muy feliz.