La boda de Antonio y Ana en Alfaro, La Rioja

El día de nuestra boda

Desde el principio teníamos claro que no iba a ser una boda tradicional, queríamos una fiesta a ritmo de rock & roll.

Por eso decidimos tener dos partes diferenciadas dentro de nuestro día, la primera constaría de la ceremonia y el banquete, rodeados de nuestra familia más íntima. Y por la tarde-noche haríamos una fiesta con nuestros amigos, con concierto de rock.

La ceremonia fue en el exterior, con una alfombra de pétalos blancos, y conitos de confeti en todos los asientos. Llegamos en una furgoneta California, que es la que usamos para los festivales, llena de flores preciosas. Celebramos la ceremonia del vino, pero ligeramente modificada para que se adaptara a lo que queríamos, terminando brindando con todos los invitados.

A la hora de pasar a la discoteca ya estaban ahí nuestros amigos y los familiares que aún aguantaban. El dinero de los detalles lo donamos a una protectora de animales, y el recuerdo eran unos vasos de plástico al estilo de festival (la invitación fue una pulsera). EL libro de firmas era una guitarra y dos discos de vinilos. Y en el photocall no faltaron las guitarras hinchables. Cuando terminó el concierto nuestros amigos nos dieron los regalos a ritmo de charanga.