La boda de Antoni y Sandra en Tarragona, Tarragona

A las 16, más o menos, llegaba a mi casa junto a los fotógrafos. Hicieron fotos de mi vestido, mis damas, la familia, la puesta de zapatos, etc. Fue un momento muy especial que viví con mi familia y las amigas más cercanas.

Mi ahora marido estuvo en casa con su familia también haciéndose fotografías con ellos. Comiendo, duchándose, poniéndose el traje, etc. El padrino de mi boda llegó a mi casa y leyó su discurso entregándome el ramo de flores. El ramo más bonito que he visto en mi vida.

Salimos con el coche hacia el lugar y allí empezaron los nervios de verdad. Hasta ese momento no había tenido espacio en mi mente para preocuparme porque siempre tenía algo que hacer antes de llegar al lugar.

Cuando llegamos y tuvimos que esperar para que el novio hiciese la entrada con su madre (entraron con la canción de Manolo Garcia, San Genaro) casi muero, empecé a temblar, ganas de llorar, de reír. Los padrinos también estaban nerviosos, no hablabamos ni siquiera en el coche. Fue un cúmulo de emociones muy fuerte. Cuando por fin entramos y ví a toda la gente esperando, mirando, riendo, algunas ya llorando... bf, empezó a sonar mi canción de entrada (Hasta mi final, Il Divo) y se me hizo un nudo en la garganta, no podía ni siquiera hablar, no podía mantener la mirada arriba. Entraron los pajes con un cartel colgando donde ponía "ahí viene la novia" y después de ellos entraron mis damas de honor. Me esforcé para poder mantener la mirada hacia arriba, caminé despacio, caminé despacio para poder vivir y sentir cada segundo de ese camino. Tantos años soñando con ello y pasa tan deprisa. Vale la pena ir despacio y respirar y sentir cada paso, mirar cada cara y cada detalle... El lugar fue mágico, un sueño hecho realidad. Una boda en el bosque. Rodeada de árboles, la ceremonia hecha con balas de paja, con telas de colores y banderines. Todos los preparativos y todo el tiempo de dedicación valió la pena cuando vi el resultado. No lo podíamos haber hecho más parecido a mis sueños. El grupo AGPlanning y en concreto Stephanie había sabido como plasmar mi sueño perfectamente.

Empecé a caminar y cuando vi al novio esperándome, cuando se dió la vuelta... estaba llorando como un niño pequeño y claro, yo empecé a llorar también. Él estaba ahí, de pie, esperando junto a nuestro perrito Torkie. Un chihuaha blanco, vestido con esmoquin para la ocasión. Él llevaba un traje negro que le quedaba como un guante, con un dibujo precioso y un corte espectacular. Me quedé sin palabras. Me acerqué y me entregó el collar de nuestro anterior perro, el cual hacía año y medio que nos había dejado. Fue un momentazo. Recordar en ese momento a nuestro perro me dió todavia más alegría aunque en ese momento no pudiera parar de llorar.

Nuestra ceremonia fue civil, así que la maestra de ceremonias empezó a contar nuestra historia, empezó a hablar de nuestra relación y de nuestras costumbres. Fue muy divertida a la vez que emotiva. Creo que fue un discurso como nosotros, nosotros somos divertidos y de cachondeo pero a la vez muy emotivos y llorones. Así que en este aspecto no podíamos haber escogido mejor. Una ceremonia muy nuestra. La gente lloraba y reía a partes iguales.

En el momento del aperitivo nosotros fuimos hacernos las fotos y nuestros invitados se quedaron en la zona del aperitivo con un artista que nos encantó. Toca canciones de ahora con el saxo, tiene una lista de canciones y los invitados pueden pedir la canción que quieran. Aunque nostoros no pudiéramos disfrutarlo todos los invitados nos han dicho que estuvo genial.

Durante la comida todo fue estupendo. Tuvimos un equipo de camareros que estuvieron superpendientes de nosotros, me ayudaban a subirme a la silla con el vestido cuando los invitados lo pedían y me ayudaron a limpiarme cuando nos llenaron la cara de besos (con pintalabios rosa). Fue increíble el trato que recibimos. En todo momento estuvieron pendientes de nosotros. Tener a una wedding planner fue todo un acierto. Ella se encargó de todo en todo momento y yo me pude preocupar solamente de bailar, reír y disfrutar. Cuando se presentaron los del photocall ella fue la que se encargó de atenderlos y decirles donde ponerse, ella se encargó de solucionar algún problemilla que tuvimos con ellos mientras yo solo me encargaba de pasarlo genial rodeada de nuestra gente. Ese día estuvimos pendientes de mis invitados y ya está. Sin duda, volvería a confiar en ella para un día así. Me estuvo arreglando el peinado durante todo el día, porque al quitarme el velo el recogido se cayó un poco. Ella se encargó de cogérmelo con horquillas. Trajo laca y más horquillas para poder cogerlo. Un 10 para ella. Si os tenéis que decidir entre coger wedding planner o no, yo, sin duda, la contrataria. Es un descanso sobre todo para los novios.

Después vino el corte de la tarta, un momento muy bonito y especial también. Coger esa espada entre los dos mientras suena una canción especial y ver como todos aplauden y disfrutan contigo es un momento mágico. La comida estuvo exquisita. Todos nuestros invitados nos felicitaron, todos dijeron que habían comido muy bien, que la comida estaba exquisita.

En la entrega de regalos volvimos a llorar y mucho, hicimos cada regalo con una canción especial para cada uno de ellos. A las madres, a los padres, a las hermanas, a los amigos que se iban a casar, a los que iban a tener hijos o los acababan de tener... Fueron momentos muy emotivos. Algunas de las canciones fueron: La quiero a morir, Paula rojo, Ella baila sola, etc.

Nuestro baile fue una sorpresa, ya que empezamos bailando Ed Sheeran, los dos cogidos, como un vals. Empezaron a sonar dos canciones más movidas en las que nos habíamos preparado una coreografias divertidas y, por último, entraron mis damas de honor y mis suegros y nos marcamos una coreografia con el mix de música de Grease. ¡Chaquetas de cuero incluidas! Fue divertidísmo, nadie se lo esperaba y aunque solo tuvimos 4 días para ensayar el resultado estuvo bastante bien. La gente se quedó con la boca abierta.

Entregué dos ligas, una a mi suegro y otra a un amigo especial. También lancé un ramo de flores para las chicas al ritmo de Single Ladies. Fue también un momento muy divertido.

Como decoración me encontré que mi suegro y mi pareja me habían preparado una cabina telefónica de Londres y un "Bobi" (guardia real de Londres). Fue una sorpresa increíble para mí. Los nombres de las mesas eran lugares especiales de Londres. Y toda esta conexión con Londres fue debido a que he vivido casi 2 años allí, separada de mi pareja por trabajo. Y aunque soy más que feliz de haber vuelto a casa, Londres siempre será una ciudad muy especial para mí.

También hicimos nuestras iniciales en hierro con bombillas estilo "vintage". Las letras las hizo mi marido, ya que él trabaja con el hierro. Fue un detalle precioso y nos sirvió como telón de fondo para nuestras fotos.

Los fotógrafos que contratamos fueron increíbles. Nos hicieron el día mucho más ameno y divertido, siempre estuvieron sonriendo, no hubo un momento de estrés ni de malas caras. Hicieron tantas fotos como le pidieron y en todo momento estuvieron pendientes de todo. Aunque nosotros no nos dimos cuenta porque se mezclaban entre la gente sin que se vieran demasiado. Sin duda, fue junto al equipo de AG Planning la mejor de las decisiones que tomamos. Koldo Salazar es un fotógrafo de primera.

Como detalle de boda entregamos una postal de Regalo Azul. Unicef prepara unas postales de Mr Wonderful donde explica que el dinero que podrías haber gastado en uno de esos regalos que por siempre más se van a quedar en una vitrina olvidados los has dedicado a los niños pobres del tercer mundo. Con ese dinero ayudas a alimentar a niños con malnutrición. Y, además, hicimos un pequeño detalle para las mujeres, una rosa de láminas de jabón y una botellita de orujo de hierbas para los hombres.

Antes de la boda hubo algunos detalles que preparé yo misma junto a mi hermana para que ese día estuviese personalizado lo máximo posible. Me encantó poder hacer todas esas cosas y disfruté muchísimo haciéndolo.

Decoramos una escalera vieja, la pintamos y le pegamos las letras de LOVE junto con algunos jarrones y flores. También decoré un biombo de 3 hojas con fotos nuestras desde que empezamos nuestra relación hace casi 13 años hasta ahora. En la mesa presidencial decoré las copas de cava con cuerda y mariposas.

Las balas de paja las cubrimos con telas donde iban nuestros nombres bordados y a juego con las banderillas colgando de los árboles haciendo un poco más acogedor el lugar de los novios en la ceremonia. El diseño del seating y los nombres de las mesas también lo preparé yo y se lo pasé a la wedding planner para que lo imprimiera.

Hicimos un árbol de huellas (diseño de mi suegro) que era una pareja en una moto y colgando de muchos globos. (En los globos se colocaban las huellas). Tuvimos un libro de firmas con las tapas de madera decorado por mí misma con stickers (comprados en los chinos).

Y un detalle que a muchos invitados les encantó fue que lanzamos semillas de lavanda en cambio de arroz. El olor a lavanda que hubo en ese momento me hace recordar ese preciso instante cada vez que huelo a lavanda. Los conos donde estaban las semillas y algunos pétalos de flores también los hicimos mi hermana y yo.

Aunque ya han pasado dos meses y medio desde nuestra boda, todavía me emociono cuando lo recuerdo y aunque es un día que pasa volando y se vive muy diferente a cuando tu vas a una boda es un día mágico. Me encanta vivir y revivir cada momento y cada detalle viendo las fotos.

¡Que viva los novios!