La boda de Antoni y Laura en Madrid, Madrid

La ceremonia la ofició una de nuestras mejores amigas, y qué tranquilidad saber que era ella la que estaba allí. Todo fue muy íntimo, a pesar de que éramos un buen grupito, nos conocíamos todos y como os digo eran familia y amigos cercanos. Hablaron dos personas muy especiales que nos emocionaron con sus palabras, y nos trajeron los anillos nuestros sobrinos. Fue una ceremonia cortita, pero muy bonita. Después de que nos ducharan con arroz y pétalos, nosotros nos fuimos a hacer las fotos y los invitados al cóctel. Para las fotos, contamos con A través del Prisma, ¡y fue un acierto! Lo pasamos genial haciendo los posados y nos encanta el resultado.

Nuestra gran pasión es el mar y la navegación a vela, así que era algo que no podía faltar en la boda. La decoración fue la justa, pero muy cuidada y personalizada, desde las invitaciones, pasando por las minutas y toda la papelería de la boda hasta la distribución de las mesas, que fue un mapa que hicimos nosotros con fotos de nuestros viajes. Me hizo mucha ilusión sentir que la decoración era única y que el lugar de la celebración nos representaba.

El cóctel fue en el jardín de la finca, y ya para la cena pasamos al comedor. La cena fue fantástica, todo el mundo nos felicitó y desde luego que creemos que hicimos una muy buena elección con El Mirador de Cuatrovientos. En el sorbete, repartí mi ramo para familiares muy cercanos que ya no están, y oye, aunque lloramos todos, creo que fue un momento precioso y que todos agradecieron. Para nada fue aguafiestas, que era algo que me preocupaba.

Luego llegó la tarta, y a partir de aquí, sí que fueron todos risas. Hicimos nuestro primer baile con una canción muy nuestra, Pausa, de Izal, y algunos pasos que habíamos ido cogiendo de aquí y de allí. Y diréis que es una tontería, pero me encantó hacer ese primer baile con mi ya marido. Justo después empezó a tocar el mejor grupo de música en directo que habríamos podido elegir, Gamberrock, que fueron sin duda el alma de la fiesta. Nos encanta su rollo, su música y nos animaron un montón, ¡lo pasamos super bien!

Y la noche acabo de madrugada, con unos novios super felices y unos invitados satisfechos. Conseguimos hacer nuestra fiesta perfecta, y a pesar de que se pasa muy rápido, disfruté de cada segundo. ¡Ojalá está felicidad y está sensación tan bonita no se acabe nunca!