La boda de Anto y Eva en Moron De La Frontera, Sevilla

El día de nuestra boda

Días previos al gran día pensaba estaría muy nerviosa. Llega nuestro día y la verdad que desde que me desperté estuve muy tranquila, despierta desde las 6am ya que la el equipo de belleza llegaba a la casa a las 7am a arreglar a mi madre, mi cuñada y por supuesto a mi... Para las fotos decidí no ponerme la típica bata blanca... me compré algo más a mi estilo... la verdad me encantó mi elección. Finalmente te llegó el gran equipo... y manos a la obra. Sobre las 10am llegaron el fotógrafo y el encargado del vídeo... Mi ramo súper soñado, con la foto de mi ángel de la guarda, mi padre... Para mi sorpresa llegaron mis “marías” (2 amigas, que se han convertido en mis hermanas de otros padres) con un gran ramo de flores y un detalle... algunas lágrimas cayeron... ¡todo espectacular!

Ya estábamos todos listos, entre las fotos y el vídeo, eran las 11:40 y yo aún sin cambiar y mi boda era a las 12 y tuve 20 min con muchos nervios. Una vez puesto el vestido, bajé las escaleras y allí estaba mi madre a punto de llorar y mi hermano esperándome en la puerta y ese pedazo de chofer. Finalmente camino a la iglesia de repente veo a mi amorcito de la mano con su madre precioso hermoso... llegó el gran momento, entrar a la iglesia y verle allí esperándome con sus ojitos brillantes... solo me dijo niña estás muy guapa con una gran sonrisa. La música instrumental de la Iglesia simplemente espectacular, la ceremonia simplemente preciosa. Nos acompañaron personas muy importantes en nuestra vida. Estábamos un poco preocupados porque igual sería un día un caluroso, por lo que decidimos poner un puesto de limonadas y aguas fresquita al salir de la iglesia. Un gran acierto aunque el día estaba un poco nublado y ya la preocupación era la lluvia. Llegamos a la recepción y la decoración lo que siempre soñé... los canapés todos deliciosos (al menos los que me dio tiempo probar, y mi madre me dijo que todo perfecto y de primera).