La boda de Ángel y Mari en L' Hospitalet De Llobregat, Barcelona

Llegó mi madre y la peluquera empezaron a maquillarnos y a peinarnos a las 3 entre risas, pero las risas se fueron difuminando ya que empezaba a chispear otra vez... No podía creérmelo, todo un año montando ese día y nada podría ser en el exterior, en fin, mientras maquillaban a mi madre y a mi dama me quedé mirando al cielo con tristeza...

A eso de las 15:00h llegó mi sobrina con mi cuñado y el fotógrafo, me pidieron que si podía ponerle el vestido a la niña y después ya me vestían a mí y ya empezaron más nervios, la cremallera del vestido de la niña no subía, a mí me iba a dar algo, las manos me sudaban, al final después de 15 minutos interminables subió.

Empezaron a hacerme fotos con el vestido colgado con el velo que me enamoró nada más verlo en Pronovias es de Swarovski con perlas, con las damas, con la ropa interior poniéndome el vestido, las joyas, etc.

Una vez vestida picaron a la puerta, me traían un pedazo de ramo precioso del novio que me decía: te espero en el altar, no llegas tarde, te quiero. En mi cara se dibujó una sonrisa al pensar que era de él, al rato volvió a sonar la puerta, era mi padrino me traía el ramo y empezó a leerme, todo era tan bonito que hasta dejó de llover, no me lo podía creer, estaba saliendo el sol. Empecé a relajarme, después de sus palabras preciosas, una de mis damas me cantó una comparsa que habla del amor, preciosa, era todo tan mágico, y ya después de hacerme fotos en el balcón, porque había dejado de llover, a toda prisa porque iba tarde. Nos decidimos a ir al coche, coche que no sabía en qué iba porque todo era sorpresa de mi padrino, cuando llegué abajo y vi semejante coche mi cara se descompuso, qué bonito era, parecía una princesa con mi madre al lado, todo era perfecto.

Tuvimos que ir corriendo ya que llegué 30 minutos tarde a la iglesia, pobrecito el novio estaba desesperado, pero entre la cremallera el tiempo y algún contratiempo más yo perdí la noción del tiempo. En fin, llegué a la puerta y me bajé del coche, subí las escaleras, cogí aire y me agarré del brazo de mi madre. Me disponía a andar por ese pasillo que tanto había soñado. Primero pasaron mis damas, luego los niños y finalmente yo. Lo vi al fondo y lo vi tan guapo, tan radiante con ojos de haber llorado que le abracé, le echaba de menos, el no dormir con él lo llevé mal... Me agarré de su mano y me tranquilicé, ya estaba con él, ya llegó el día. El cura tuvo que acortar la ceremonia ya que llegué tarde y detrás había otro evento. Al iniciar la ceremonia el novio escribió un texto para dar las gracias, pero no pudo acabarlo, las lágrimas se apoderaron de él al recordar a las personas que no están físicamente, ya que su abuela nos dejó a falta de dos meses de la boda, fue duro verle cómo le temblaba la voz y dejar de hablar. Entonces empezó el coro rociero a cantar, la misa fue preciosa, una vez acabada, firmando con los testigos, muchas sonrisas pero mi testigo, que era mi primo, se dio cuenta que llevaba algo colgado del ramo, era un camafeo, se acercó a mirarlo y se derrumbó se puso a llorar y me abrazó, llevaba nuestros abuelos, verle así me partió el alma pero luego me sonrió y me dijo gracias. Salieron los testigos de la iglesia, me cogí de la mano de mi ya marido y nos dirigíamos hacia la puerta recorriendo el camino que hacía unos minutos había recorrido sola, ahora ya iba de su brazo. Salimos y una lluvia de arroz con muchos cañones de pétalos nos esperaba, incluida una traca valenciana de 30 metros. Todo era precioso. Luego el coro nos cantó una sevillana que yo con los nervios no daba pie con bola, nos inventábamos los pasos, solo hacía que reírme porque no atinaba ni un paso, pero me da igual me lo estaba pasando muy bien. Después nos fuimos al coche y para el restaurante, que nos adelantamos a los invitados para irnos haciendo fotos para no perdernos mucho aperitivo. En el coche íbamos súper felices, miradas cómplices, haciendo bromas, diciendo tengo el anillo del poder. Llegamos, nos hicimos miles de fotos, nos reíamos porque él no dejaba de hacer el “chorra” yo me partía y el fotógrafo se lo pasaba pipa con nosotros. Llegaron los invitados y los pasaron al aperitivo y llegó el momento de entrar al aperitivo. Pusimos el BSO de Piratas del Caribe, un puntazo, qué subidón, la gente se volvía loca, nos dieron la copa, brindamos y empezamos el aperitivo y las fotos con los invitados. Miraba a mi alrededor y lo veía todo tan bonito y pensaba que por poco tendría que haber sido todo techado, veía la mesa de firmas con el palet que hicimos que quedó precioso, las letras de porxspan, el banner en el aperitivo, etc.

Llegó el momento de entrar a cenar y nos cogimos de la mano, empezó a sonar la canción de Adrenalina y la gente se volvió loca con las servilletas se nos acercaban a bailar yo me reía, fue muy divertido. La cena fue exquisita, todo perfecto llegaron las entregas. Madres, padres, hermanos, padrinos, damas y la liga fue muy divertido porque compré máscaras de Grey y puse la canción de 50 sombras, a lo sexy me fui paseando por las mesas hasta llegar a las personas que quería que me quitara la liga y les ponía la máscara. Fue un puntazo nada visto.

Llegó el momento pastel, una canción preciosa y llegó con nuestras copas personalizadas pero Ángel se dio cuenta de que faltaba nuestro perro, el maîtro salió corriendo a por él y mira cuando vi que lo ponían a lado nuestro me vine abajo, empezar a llorar por el perro, le echaba de menos y sabía que no me vería en 15 días. Qué penita me dio todo era perfecto, una boda perfecta, un marido inmejorable.

Llegó el momento ramo, era muy especial para mí el ramo y llegué hasta mi tía, hija de los abuelos que llevaba en el camafeo, empezamos a llorar las dos fue muy emotivo.

El maître empezó a pasar a la gente a la discoteca y entramos para hacer nuestro primer baile como marido y mujer. Fue increíble, en ningún ensayo nos salió así de bien, estábamos tranquilos y pasándolo de miedo. Una vez acabado nuestro baile fue muy divertido por qué nos pusieron una lenta para que él sacara a mi madre y yo a mi suegro, pero no le encontraba, fue muy divertido, ¡todo el mundo gritando Jose! Después la gente ya salió a bailar dándolo todo, salí al jardín vi todo como yo lo quería, manoletinas, el Candy bar, el photocall, el cigar bar, estaba perfecto, la caravana con los mojitos un puntazo, todo estaba saliendo perfecto. En la discoteca todo fueron risas y bailes y más sevillanas, una vez acabado todo me fui con mi esposo al hotel.

La luna de miel fue inolvidable. Rivera Maya, Hotel Gran Sunset Princess, habitación laguna villa, inmejorable

PD: las fotos, menos dos, todas son de invitados perdonar por la calidad.