La boda de Ángel y Maite en Sotos De Sepulveda, Segovia

El día de nuestra boda

El día fue tan especial que no nos importó que estuviese nevando. Somos de Madrid y decidimos casarnos en el Palacio de Esquileo por el trato dispensado desde la primera visita. Nos gustó tanto que descartamos todos los demás. Queríamos una boda íntima con pocos invitados, muy familiar. Hablamos con Igor y nunca nos puso ningún impedimento. Solicitamos la ceremonia en el jardin pero por el tiempo fue imposible, por lo que tuvimos que adaptarnos al plan b: el torreón, una sala muy bonita por las cristaleras que dan a la sierra, con unas vistas impresionantes. Al entrar en la sala todos los invitados se quedaron impresionados; por la sala, las vistas y la decoración. La ceremonia civil fue muy amena. Sonó la música que habíamos preparado sin ningún fallo, y el alcalde fue muy amable y simpático (la ceremonia es válida).

En la salida estaba preparado el cóctel: un buen vino, refrescos y unos aperitivos riquísimos.

Después pasamos al salón de las lámparas, donde estaba todo preparado, tal y como habíamos quedado. La comida estaba perfectamente presentada y riquísima. Allí mismo bailamos el vals y tuvimos la barra libre.