La boda de Ángel y Cristina en Pobladura De Aliste, Zamora
Rústicas Verano Dorado
Á&C
27 Jul, 2019El día de nuestra boda
¡24 horas de boda! Mi actual marido y yo somos vascos, pero casualmente nuestros orígenes son zamoranos, por lo que decidimos casarnos en el pueblo de mis padres: Pobladura de Aliste (Zamora). Fue una boda vasco-alistana, llena de costumbres. El día comenzó con la "Alborada" a las 07:00, que consiste en pasacalles con gaita. Se va despertando a la gente del pueblo y van todos a buscar a la novia a su casa, donde les espera chocolate con bizcochos.
Una vez termina el desayuno en casa de la novia, todos se van a sus casas a preparar. En casa de la novia nos quedamos la madrina, mi madre, las 2 damas de honor y yo. La casa se convirtió en un salón de belleza improvisado y la peluquera contratada fue peinándonos a todas. Para ir a la ceremonia, primero sale el novio de su casa y va en procesión junto a los invitados a casa de la novia a esperarla para ir todos juntos a la Iglesia. La salida de la novia se retrasó un poco por motivos de peluquería, pero el retraso no fue excesivo. Allí tenía a todos esperándome fuera de casa... ¡Qué nervios! Por el camino a la iglesia, las 4 damitas de honor iban tirando pétalos por el recorrido.
Seguir leyendo »Al llegar a la iglesia empezaron las sorpresas: un vecino del pueblo nos había elaborado un súper arco con flores y con nuestros nombres, otras vecinas nos habían puesto una sábana con un mensaje especial colgado y la decoración del exterior de la iglesia también preciosa. En la entrada a la iglesia pusimos abanicos de madera personalizados con la fecha y nuestros nombres para que todos cogieran uno.
Primero entró el novio junto a la madrina. En el altar estaban esperándole sus amigos de San Sebastián vestidos de "tamborrada" y tocándole "la Marcha Donostiarra" mientras él entraba (él toca en fiestas de San Sebastián). A mi entrada, sonó la Marcha Nupcial con la gaita típica de la zona, tocada por un primo. Una ceremonia muy emotiva y bonita, donde hubo varias lecturas de niñas, y familiares. A la salida de la Iglesia, nos esperaban dos bailes: Aurresku (típico baile vasco) y el Baile del Paloteo (típico de la zona de Aliste de Zamora).
Mientras la gente se dirigía al cóctel, nosotros, ya como marido y mujer fuimos a hacer unas fotos por el pueblo. Al llegar al cóctel teníamos un libro de firmas ya casi completado y regalos y sorpresas de los amigos esperándonos. El banquete fue en medio de la Era del pueblo, en una carpa que montamos para la ocasión. Hicimos la entrada a la carpa bailando "Happy". Durante el banquete hicimos a los familiares más cercanos los siguientes regalos: ramo de flores para las madres, la pluma con la que firmábamos nuestro enlace junto a una inscripción y un mensaje para el padrino (para que la custodio él por siempre), botella de vino elaborado/envasado/etiquetado por los novios para los hermanos, réplica de ramo de flores para una de las damas de honor (ella me había regalado mi ramo con flores preservadas pero no sabía que ella iba a acabar con otro preservado en su casa), los muñequitos de la tarta (personalizados con nuestros trajes y peinado) para la otra dama de honor y su pareja, y por último, ramos de chupa chups para las 4 damitas.
A nosotros también nos cayó durante el banquete alguna que otra sorpresa y regalo. El detalle para los invitados fue miel de la zona, aceite y polen. Metido en unos tarritos muy chulos dentro de una caja. Además, cada mesa tenía un cuenquito con chapas divertidas para que cada uno se pusiera con la que se identificaba. Los niños de entre 4 y 12 años comieron todos juntos en una mesa con cuidadoras. A ellos les preparé un kit de chapas para que ellos mismos las dibujaran. Para que no se rompieran los trajes con el enganche, les preparé colgantes para que les fuera más sencillo colgárselas. Los niños, además, tuvieron un cuadernillo personalizado con los nombres de todos y con fotos de los novios en diferentes juegos y actividades (siguiendo el método Krissplanet).
Tras el banquete tocaba el momento más temido por mí y el más deseado por mi maridito: el carro. Consiste en que nos meten en un carro antiguo a los novios y a los padrinos y nos llevar por medio del río, mientras nos empapan y nos balancean. Los novios íbamos vestidos de traje tradicional vasco y los padrinos de traje tradicional alistano. El carro que usamos en la boda fue el mismo en el que se casaron mis padres, que lo tuvieron guardado durante 40 años. Después del carro tocaba ducha inmediata. Me volví a poner el vestido, pero esta vez con el pelo suelto y con zapatos más cómodos.
Al llegar nuevamente a la Era, a los invitados de la boda se suman vecinos del pueblo y de pueblos cercanos para comer una rosca que días previos ha elaborado la familia artesanalmente, junto a sangría (también elaborada el día anterior). La novia y la madrina son las encargadas de repartir la rosca entre los presentes y el padrino y el novio de servir la sangría. Pero previo a repartir sangría y rosca, a los novios les bailan un típico baile llamado "La medida". Consiste en dar vueltas a una tinaja y levantar la pierda por encima, a medida que se le van poniendo más objetos encima (plato, vasco, rosca...). Cuando ya iba terminando la rosca, el fotógrafo proyectó al aire libre un vídeo súper chulo que había elaborado ese mismo día con los momentos más chulos de la boda. A la gente le encantó verse en algunas fotos del vídeo. ¡Precioso!
Ya entrada la noche, tocaba la "recena" y la fiesta en la carpa. Contratamos un caricaturista, un fotomatón y a eso se le sumó 5 horas de Dj y barra libre. Para iniciar este momento nocturno, tocó el baile de los novios. Primero bailamos un vals de Amelie y luego Grease, para ir animado la fiesta. Cuando la fiesta terminó, mi marido me llevó a una suite que había preparado unos días antes él, en una finca en medio del campo. ¡A grandes rasgos ese fue nuestro gran día! ¡Mucho trabajo previo, pero todo con mucha ilusión!
También preparamos indicadores de madera en los pueblos cercanos e indicaciones por el pueblo para que ningún invitado se perdiera el gran día. Luego vino la Luna de Miel: Nueva York + Riviera Maya.
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