La boda de Ángel y Bea en Morata De Tajuña, Madrid
De noche Verano Naranja 6 profesionales
Á&B
02 Jul, 2016El día de nuestra boda
Mi gran día.
Más bien voy a empezar por el día antes a la boda, decir que mi cuñado estuvo ingresado hasta ese día en el hospital y de ahí vienen todos mis nervios previos al día B.
Mi chico me dejó en casa de mis papis sobre las 21:00 (vivimos juntos) y él se fue a cenar a casa de sus padres.
Estábamos mi familia cenando en mi casa (papis, abuela y hermanos), cuando de repente a las 23:00 empiezo a escuchar una guitarra, una trompeta, me asomo y, ¡oh dios! Unos mariachis venían a cantarme. Supe lo que es morir de amor, me emocioné muchísimo y no me lo esperaba por nada del mundo. Me cantaron dos canciones, me entregaron una rosa y me leyeron un texto que mi ya marido me había escrito... Como os podéis imaginar yo estaba en estado de shock y me moría por verle y comérmelo a besos pero no pudo ser, ya que como os he dicho... ¡Él se fue a casa de sus papis!
Más tarde vinieron mis tíos a desearme buenas noches pero la velada se alargó hasta las 02:30.
Mi mejor amiga, además de testigo, se quedó conmigo a dormir, bueno si a eso se le puede llamar dormir, porque dormí... ¿1 hora? A base de valerianas y de relajantes y que no había manera de que Bea pegara ojo... Solamente me venía la cabeza la imagen entrando a la iglesia del brazo de mi padre y ver a mi chico al final del pasillo...
Seguir leyendo »Por fin llegaron las 08:30 y me ¨desperté¨, baje a la cocina cuando de repente... Llama a la puerta un repartidor, mi chico me mandó un desayuno a casa y volví a morir de amor. No me lo podía creer, no dejaba de sorprenderme...
Apenas desayuné porque de los nervios que tenía no se me hacía hueco en el estómago, me dio mucha pena, pero ahí no se ha quedado el desayuno, días después entre los dos nos lo zampamos, ¡estaba todo delicioso!
Me fui a la ducha, me perfumé bien con el gel y el body milk del perfume que elegí para ese día (SI de Armani) y me coloqué mi bata. En cuestión de segundos estaba allí la peluquera y maquilladora (Astrid Make Up) nos pusimos manos a la obra y hasta las 17:10 no me soltó, la verdad es que tuve que desconectar el móvil porque la gente me empezó a preguntar y me ponían aún más nerviosa y esa era la única manera de estar un poco más tranquila (super consejo).
De repente suena el telefonillo... ¡Ah! ¡Los fotógrafos están aquí! Subieron a la habitación y me empezaron a echar fotitos, la verdad es que lo pase un poco mal, porque la pobre de mi fotógrafa (Luz Fotografía) ese mismo día tuvo un accidente y no pudo asistir a mi boda, pero con el pedazo de equipo que tiene salió todo de 10.
Mis amigas fueron a mi casa y me emocioné muchísimo, ¡cuánto las quiero! Nos echamos fotos (las típicas con la familia y amigas antes de salir de casa) y mis niñas trajeron una botella de champagne con copas y brindamos antes de salir, toda una sorpresa que para nada contaba con ella y mis hermanos se dedicaron a quemar una traca a la vez que salía de casa.
Cogí a mi papi del brazo y nos fuimos a la iglesia andando, ¡vivo a 5 minutos escasos de la iglesia y decidí hacerlo así! ¡Qué orgulloso iba el hombre!
Llegué a la iglesia del brazo de mi padre y ahí chicas no recuerdo nada de ese pasillo, solo pensaba que mi marido me esperaba al final y que había llegado mi día, no me fijé en nada, en nadie, es más, tuve que ver el vídeo porque ninguno de los dos nos acordábamos si nos saludamos.
La misa tuvo su momento emocionante, ya que le canté la famosa canción de Nuria Fergó (Quiéreme) y los pañuelos para lágrimas de felicidad tuvieron su utilidad. No sé si os habrá pasado a más chicas, pero tenía la boca más seca que una soletilla, que sensación más incómoda, hasta que no me hice con una botella de agua no me quedé tranquila. Llegó el momento del sí quiero pero yo ya estaba hiper tranquila, yo no sé qué tienen nuestros chicos pero en el momento que los vemos y los tocamos, nos tranquilizamos.
A la salida, una nube de arroz cubría nuestras cabezas, ahí me di cuenta la barbaridad de arroz que preparé, se me metía por todos lados, escote, pelo, vestido... ¡Un cuadro! Por más que me intentaba acobijar en Ángel no había manera, ¡oye! De repente una segunda traca, esta vez más larga, no dejaba de sonar... Un detalle de los amigos del novio. Nos dieron la enhorabuena todos los invitados y ahí me emocioné un poco, fue un momento super bonito, además de un poco estresante, porque no paraba de caérseme el velo...
Nos montamos en el coche y nos fuimos a hacernos la sesión de fotos, unas fotos de puro love, unas fotos preciosas en un lugar increíble, aún no las tengo, pero prometo que en cuanto me las den os las enseño.
Llegamos al restaurante y momento alfombra roja: foto con este, con el otro, con este de aquí, con el de allí, con el de allá, fue un poco agobiante la verdad, ¡pero muy bonito!
Llegó nuestra espectacular entrada al salón, decidimos poner la canción de Mi gran Noche de Rafael, un clásico en el grupo de amigos, había mucha marcha y es lo que yo quería... Marcha, marcha, queremos marcha... Nos sentamos en la mesa y había una caja grande con un sobre y era un regalo que nos hicieron las primas de Ángel y era un ¨porrón¨ y un sobre con unas bonitas palabras. Y también había una cajita pequeña redonda que era una pulsera que me había regalado mi marido que pone... Lo que sea pero contigo y nuestro símbolo (infinito, el que ambos tenemos tatuados).
De la comida mejor no hablo porque ni la probé, un nudo en el estómago no me dejaba comer, y entre que mi padre me pisaba la cola del vestido con su silla, me desesperaba, así que como mi estómago me decía que no quería ingerir nada, pues me puse a dar los regalos especiales, ahora pienso en el pobre Ángel, que si yo no cené, él tampoco. Les dimos los regalos especiales a nuestros papis, una lámina que ponía ayer novia, hoy mujer, siempre vuestra niña y una foto de cuando éramos peques...
A mi cuñado, que como os he comentado estuvo malito en el hospital hasta el día antes de la boda, le regalamos una carrera en un Ferrari (es amante del motor). A las abuelas un ramo de flores. A mi tía, que es como mi hermana, un ramo de rosas y su hija, que es mi ahijada, le regalé una rosita. A unos amigos que se casan el próximo 24 de septiembre les dejamos un detallito en la mesa, unos novios hechos a crochet. A la prima de Ángel, que ese mismo día era su cumple, le cantamos el cumpleaños feliz y le regalamos unos pendientes.
Mis amigas prepararon el baile de Duele el corazón de Enrique Iglesias, ¡canción que tuvo mucho que ver en mi despedida de soltera y nos la bailamos en el salón todas! ¡Fue un momento tan grande como ellas!
Y ya después le canté a mi mami la canción de Es mi madre de Agustin Pantoja y le regalé mi ramo. Éste momento fue super bonito y emotivo, ¡estoy segura que nunca lo olvidarán!
Después nos sacaron el pastel, y que risa.... Se cayó la figurita y la cogí y me puse a chuparla, ¡ahora lo pienso y me parto!
A continuación vino momento liga y corbata, aquí los amigos de mi marido desfasaron como nada y le sacaron al salón en ¨pelotas¨ tapado con una sábana, ahí le cortaron todo, calzones y corbata, ¡qué malos! Mientras que repartían liga y corbata, yo repartí los alfileres.
Bailamos nuestro baile, hicimos una mezcla y empezamos con una balada y a continuación un vals, fue super bonito, a Ángel no le gusta nada bailar y no lo hizo nada mal. ¿Será que le veo perfecto?
Al acabar el baile mis hermanos y cuñadas nos hicieron un super regalo y nos contrataron una enorme fuente de chocolate con leche y una mediana de chocolate blanco, estaba.... ¡delicioso!
Decir que los detalles los dejé en las sillas de los invitados y que a los chicos les regalamos un kit de gintonic y a las mujeres un tarro de cristal con caramelos de violetas y las copas estaban decoradas con mariposas marca sitios.
Después empezó la barra libre, no parábamos de reírnos, pusimos photocall con carteles caseros y dieron muchísimo juego, nos lo pasamos pipa y lo dimos todo.
También decir que unos amigos muy especiales se prometieron delante de todos los invitados, fue un momento precioso e inolvidable para nosotros pero aún más para ellos.
A la vuelta en el autobús, porque yo volví en autobús, vine cantando y la gente no tenía ganas de irse a casa, pero ya era hora de irnos a descansar, había sido un día duro en todos los sentidos... En definitiva, ¡me lo pasé pipa y me volvería a casar cientos de miles de millones de veces más!
¡Millones de besos y prometo dejaros más fotos!
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