La boda de Andrés y Elisabeth en Málaga, Málaga

El día de nuestra boda

El día de nuestra boda fue un sueño al fin hecho realidad. Teníamos fecha para el 3 de abril, pero tuvimos que aplazarla por el Covid. Queríamos aprovechar la semana santa y la festividad para que fuese más fácil para los invitados. No se permitía entonces la movilidad a nivel nacional. ¡La boda era en Málaga, pero los novios (nosotros) vivíamos en Barcelona, así que no podíamos ir a nuestro gran día! Ni cortos ni perezosos aguantamos a una semana antes de la boda para mover cielo y tierra y cuadrar una nueva fecha con todos los proveedores. Quedaba un hueco en junio y otro en octubre y tras dos preguntas lo teníamos claro. Sábado 19 de junio a las 17 horas.

Límite hasta las 2 de la mañana. Todo fue a pedir de boca. El día amaneció nublado, nervios a flor de piel, pero al salir de la iglesia empezó a salir el sol y acabó siendo un día increíble sin calor ni frío. Lo pasamos genial, el tiempo voló. La temática de la boda eran los viajes y cada una de las mesas tenía un destino que habíamos compartido juntos. En cada una de ellas teníamos a un comandante de la mesa encargado de animar el cotarro con una canción especial. Los entrantes y el baile fueron en exterior y en interior solo el plato principal, lo cual ayudó en la circunstancia Covid y lo hizo más dinámico. Risas sin parar, millones de fotos y los mejores profesionales con nosotros hicieron que fuese todo mágico. Nuestro baile a la luz de las bengalas y de los fuegos artificiales a las 12 de la noche dieron comienzo a una superfiesta. Sí, quiero, mil bodas contra el Covid más contigo. Porque el amor no se para.