La boda de Andrés y Desirée en Tejeda, Las Palmas

El día de nuestra boda

Más allá del tópico este día fue uno de las más felices que hemos vivido y en contra de otro de los clásicos nada salió mal. No solo fue un día perfecto sino una boda perfecta. Eso sí, lo que no faltó fue el retraso de la novia en llegar a la ceremonia parece que es algo inherente al evento, ¿no? Recuerdo con muchísimo cariño las carreras por el pasillo del parador recogiendo el vestido para no pisármelo y caer de bruces contra el suelo. Lo recuerdo como la escena de Rose en Titanic corriendo con Jack... ¡Qué ternura!

Estos meses, hemos recordado hasta la saciedad aquel día y nos alegramos enormemente de haber elegido los proveedores que nos acompañaron. Desde el Parador y los profesionales que trabajan en él, empezando por la dirección y terminando por el personal de limpieza de las habitaciones, lograron hacer que nos sintiéramos atendidos y acompañados en todo momento; pasando por el excepcional trabajo de Pedro Álvarez, el fotógrafo que nos acompañó desde el primer momento y que nos ayudó no solo en el hacer de su trabajo sino escuchando y compartiendo cada momento del día. Grandísimo profesional. Al igual que Nayra, la maquilladora y peluquera que estuvo conmigo engañándome para que no me pusiera nerviosa diciéndome: “¡tranquila, vamos bien de tiempo!". También fue un placer contar con Fasur Quarter durante el cóctel y con Cristian de DiscoMoviles Line Dj´s que se encargó de la instalación de sonido y de amenizar la celebración después del convite. No solo se encargó de la música, sino que nos consiguió unas letras luminosas que formaban la palabra LOVE y que fueron el antojo del que es ya mi marido, y que se terminaron convirtiendo en el photocall de la boda. Es más, en esas letras nos fotografió Pedro que ha obtenido un premio nacional con esa foto. ¡Es un crack!