La boda de Anaís y Javier en Pozoblanco, Córdoba

El día de nuestra boda

Tuvimos un gran día. Las dos semanas anteriores fueron una locura, ultimando detalles, añadiendo algunas cosas, modificando otras, viendo las variaciones en las listas de invitados. Pero ese día disfrutamos de lo lindo.

Nuestra boda tuvo la peculiaridad de que fue vegetariana, pero no tuvimos una sola queja del menú elegido. Lo planificamos todo con mucho cariño, hicimos sorteos y juegos en las primeras horas de la barra libre (incluido un juego de "la patata caliente") y la fiesta se alargó hasta las 1:30 de la noche. Un gran día.

Lo mejor fue el reunir a todo el mundo que querías que estuviera ese día, no pudimos aprovechar todo el tiempo que nos gustó con cada persona, pero nos alegró ver tantas caras queridas.

Lo peor, el pitido en los oídos y agujetas de los días posteriores.