La boda de Ana Isabel y Francisco Manuel en Leganés, Madrid
Elegantes Otoño Blanco 2 profesionales
A&F
16 Oct, 2015El día de nuestra boda
Mi mañana comenzó muy pronto porque me sonó el despertador a las 7.30 horas porque me levanto pronto para irme al gimnasio y ese día me quedé un poco más porque me casaba. Me levanté y me vestí con mi ropa informal y dejé a mi futuro marido en la cama todavía porque él salía desde nuestra casa y yo desde casa de mis padres. Desayuné lo mismo de siempre porque, aunque sea especial este día desayune lo mismo y me fui porque tenía cita en la peluquería.
Cuando iba hacía la peluquería me llama mi madre diciéndome que si ya había llegado a la peluquería y eran cerca de las 9.30 horas, que era cuando teníamos la cita y le dije “no, estoy a punto de llegar, os paso a buscar” y me dice mi madre “no, tranquila, ya baja tu hermana y yo voy dentro de un rato” y por el camino me encontré a mi hermana. Hasta ahí todo genial, llegamos a la peluquería Susana y María Peluquería y hay una señora esperando y nos pregunta “¿estáis para la peluquería?” y nosotras “sí” y llegan las peluqueras y le dicen a la mujer “pero que hace usted hoy aquí tan temprano, no le habíamos dicho que había boda” y la mujer toda cortada dice “pues si me lo dijiste se me olvidó, ¿entonces cuándo vengo?” y le dicen “pues a eso de las 11.30 horas que ya habremos terminado”.
Seguir leyendo »Esa es mi primera anécdota del día, pasamos y me quito mis cosas y paso a lavarme el pelo y de ahí a la sesión de maquillaje, cuando me están maquillando y mi hermana la están peinando la oigo decir “por ahí va mi padre que va a entregarle el traje al novio” (de Vertize Gala Novios de Toledo) y mi madre aparece en ese mismo instante por la peluquería y me dice “qué guapa te están dejando”. Cuando termino paso al asiento para peinarme mientras terminan a mi madre de peinar y mi hermana le está preguntando a las peluqueras cómo se puede maquillar, y le dicen las peluqueras “ese día es para mimaros tanto a la novia, como la madre y la hermana y con los nervios no vais a atinar a daros el maquillaje y el rímel”. Entonces mi madre dice “pues seguro que no” y entonces digo yo “pues maquillaros aquí” y le pregunto si las pueden maquillar a las dos, y las peluqueras, que son muy majas tanto la dueña Susana como la encargada Gema, dicen “venga”, y empiezan a maquillar a mi hermana y mi madre mientras terminan conmigo y terminamos y nos subimos a vestirnos.
El trato de estas profesionales es maravilloso y te hacen sentir como una reina en un día tan especial y te vas relajando porque sabes que estás en buenas manos, unos días antes tanto mi hermana como yo nos habíamos ido, mi hermana a cortar el pelo y yo a darme unas mechas.
Cuando llego a casa de mis padres encima de la mesa me encuentro mi precioso ramo de novia (está elaborado por Paqui y el Caniche Floristerías) y está abriendo mi padre el prendido y nos dice que otro como ese lo tiene el novio y que cuando ha llegado estaba terminándose de duchar y afeitar.
Empezamos a vestirnos (mi hermana más atenta que nunca, está tan atenta de mi madre que no atina por los nervios, de mí con tema del vestido de Vertize Gala de Toledo de la colección Renata, zapatos de Vertize Gala, liga, etc. y de mi padre y de ella misma) y terminan mi padre el primero, mi hermana después, la novia (yo) y mi madre la última (ahí está la segunda novedad o anécdota del día la novia termina antes que su madre, alucina).
Y empiezan a venir las vecinas de mi madre a verme como novia y todas “qué guapa está la hermana”, “qué guapa va la novia” y “qué guapo está el padrino” y “qué guapa va la madre de la novia”, también llega el novio de mi hermana Alberto que empieza a hacerme fotos para enviárselas a su madre y su hermana, que quieren verme como novia (estamos hablando de la 13.00 horas y me casaba a las 13.45 horas) y por fin termina de arreglarse mi madre y salimos porque mi padre dice “que no llegamos” y bajamos a la calle y ahí hay varias vecinas más piropeándonos y haciendo fotos y dando besos por doquier y está llegando mi prima Sonia (chofer oficial de la ceremonia) con nuestro precioso coche nupcial (el nuevo BMW) y le ponen los lazos y nos vamos sin antes decidir dónde va mi madre, porque quería venir conmigo y con mi padre en el coche nupcial, pero al final se va con mi hermana y su novio en mi coche (Peugeot 207) porque mi prima le convence que es este día de la novia, del padrino hacia la ceremonia y de los novios después de terminar la ceremonia (aunque cuando nos fuimos a casa terminada la fiesta por fin pudo montarse porque quería probarlo).
Llegamos a la ceremonia en 10 minutos porque mi prima sabe dónde nos casamos porque se había casado su hermana unos años antes y cuando llego me quiero bajar y me dicen “no, tú tienes que esperar aquí”, me ve mi futura cuñada (mujer del hermano del novio, que iba a ser la madrina y había estado con él ayudándole en nuestra casa a vestirse con mi futuro cuñado y unos primos de él y me dice “qué guapa estás, Francisco (mi futuro marido) va a emocionarse y está él muy emocionado y nervioso y que la ceremonia va a ir con retraso porque acaba de entrar las anteriores parejas“ y ella también se emociona (otra anécdota más para contar).
Cierran el coche y me quedo sola durante unos minutos que se me hicieron largos y al poco rato empiezan a trabajar mi fotógrafo Jesús y su socio Agustín de Fotosintexis que va con la cámara de vídeo y empiezan las fotos oficiales y el vídeo a preguntarme “qué pasa hoy aquí” y “cómo nos conocimos mi futuro marido y yo”, y vuelven a cerrar la puerta y a preguntar tanto a mi futuro marido y a mi hermana. Abren la puerta y está mi padre y mi prima (la chófer) para ayudarme con el ramo de novia y el fular, y mi padre agarrándome para salir del coche y encaminarme hacia el Centro cultural Las Dehesillas, que está a un minuto mientras me van haciendo fotos.
Y entramos y la secretaria pregunta “¿los novios y los testigos?” y le digo que son mi hermana y su padre pero que nos entran en la ceremonia mi padre y mi futura cuñada, entran los testigos que se sitúan en el altar, detrás mi futura cuñada y mi futuro marido y cuando llegan y se sitúan en el altar entramos mi padre y yo, y cuando estoy llegando al altar y mi futuro marido mirándome embobado, me engancho el zapato con el vestido y casi me caigo pero no me caí porque reaccioné y eso que iba en una nube (anécdota nada más empezar) y me dice “qué guapa estás”, y se empieza a emocionar. Y en este caso el concejal Carlos Delgado del Ayuntamiento de Leganés (es el que nos casa y se lo hemos pedido al ayuntamiento y a él expresamente porque le conocemos) empieza con la ceremonia dándonos las gracias por elegir el ayuntamiento y por elegirle a él porque le conocemos de otras circunstancias que no son estas (en las fiestas patronales de Leganés en la carpa que tiene con su partido) y dice en broma “lo que casa Carlos no lo separa nadie y es para siempre” y nos reímos.
Va transcurriendo la ceremonia (no hicimos nada del otro mundo) y cuando llega el consentimiento mi futuro marido se adelanta con el sí y luego lo dice de verdad cuando se lo preguntan y yo también respondo que sí cuando me lo pregunta. Y a la hora de los anillos -otra novedad o anécdota-, en vez de ser mi futuro marido el primero y luego yo, lo hacemos al revés de lo nerviosos que estamos los dos, y nos dice “pues en virtud de lo que dice la ley yo os declaro unidos en matrimonio”. Firmamos primero mi ya marido, luego yo, luego mi suegro y por último mi hermana, y firma el concejal y más fotos, y ya somos oficialmente marido y mujer porque nos dice Carlos (concejal) “si no firmo yo esto no tiene validez y no estaríais casados” y nos reímos, nos da el acta y un regalo con más fotos y felicitaciones.
Esperamos unos minutos dentro mientras mis invitados van saliendo y salimos los dos y nos tiran confeti, arroz y pétalos de rosa que antes había repartido mi hermana y su novio (que haría sin ellos) en unas bolsitas que preparamos para que pudieran tirar el arroz y más fotos y luego después nos felicitan a los dos mis padres, mi suegro (mi suegra no pudo estar en nada de la ceremonia ni banquete porque la pobre está enferma de alzhéimer y se tenía que quedar en la residencia), mi hermana, su novio y nuestras familias y empezamos con las fotos familiares, con los padrinos, con los hermanos, con el resto de la familia que estaba allí y salimos y vamos solo los novios en dirección a un parque de al lado llamado el Museo de las esculturas a hacernos las fotos de rigor y nos pregunta para el vídeo por nuestros gustos musicales, dónde vamos de viaje de novios, pelis favoritas, canción especial para el baile, etc. Y cuando terminamos nos vamos al coche nupcial (el BMW porque íbamos a ir en mi Peugeot, pero esta prima y su marido nos ofrecieron esté) que nos espera mi prima y vamos despacito porque no queremos llegar antes que el fotógrafo y llegamos al parking del Palacio Gran Avenida (lugar de celebración de la boda).
Al ir al entrar por la puerta principal, nos tiran confeti, otra vez, y más fotos y entramos y bajamos las escaleras porque lo celebramos en el Salón Real y nos dice el maître que nos atiende que los novios delante y los padrinos detrás, hay ahí pequeña confusión porque la madrina estaba ya dentro y la buscan y entramos en el salón con la Salve rociera y aplausos que va animando mi hermana que esta con mi prima Sonia (mi chófer) que están sujetando una cinta de color dorado que pone el restaurante para que cortemos como señal de entrada a nuestra celebración y nos sentamos en la mesa presidencial en la que han puesto nuestras mariposas de agradecimiento, que se llevaron todas.
Al poco tiempo llegan unos invitados de última hora que no pudieron estar en la ceremonia y nos saludan y nos dan la enhorabuena y se sienta y empezamos a comer el menú (que unos días más tarde cuando hemos vuelto del viaje de luna de miel en Tenerife y hacemos nuestra vida normal nos enteramos de que era el mismo menú que una de las invitadas por parte del novio que celebró su boda allí, otra anécdota para el día).
Mientras la comida van diciendo los invitados “que vivan los novios”, “que se besen”, “otra, otra”, “esa mesa sí que mola se merece una ola” o “ese cámara sí que mola se merece una ola”, mientras nuestro fotógrafo y vídeo van grabando y haciendo fotos sin molestarnos casi (nos lo dijeron cuando lo contratamos y un acierto porque eran unos profesionales auténticos) y algunas veces nos levantamos tanto yo como mi ya marido (raro se me hace decirlo) para ver qué tal va todo y si va gustando el banquete.
Partimos la tarta con varias músicas de fondo (elegidas por nosotros y que no me acuerdo) y empezamos a dar los regalos de las mujeres (un mini ramo de calas hechas con goma Eva por mi hermana, aunque le di la idea yo y los alfileres de novia con su texto de porque se dan) mi hermana y yo, y mi padre y mi marido Francisco, los detalles de ellos (puros y cigarros) y cuando terminamos, con la música de Nueve semanas y media nos cortan una prima mía (que no había podido venir a la comida pero llegó a la terminación de la comida con su hija y que nos saludaron y dieron la enhorabuena cuando le dimos los regalos de las mujeres) la liga, y mi hermana y su novio la corbata al novio para darla entre los invitados, y nos llaman para empezar el baile nupcial (no habíamos preparado nada) y bailamos agarrados los dos el tema de Brian Adams, la BSO de Robin Hood, Príncipe de los Ladrones, que nos gustaba y era muy lenta y le habíamos dicho en el parque a Agustín el del vídeo y bailamos y al poco tiempo nos empiezan a sacar a bailar que si sus primos de él y yo saco a un tío mío, hermano de mi madre que ha venido desde el Canadá a la boda con su mujer y mi marido saca a su prima y su madrina porque no hicimos lo típico de sacar primero a la madrina y después al padrino y después terminamos los dos bailando juntos y cuando terminamos me coge un primo del novio y me dice “qué cante una prima tuya que sabemos que ha estado en La Voz de este año de los adultos, Marina Ruiz,” y voy a buscar el micrófono y ellos mientras se hacen fotos y el fotógrafo y el del vídeo también hacen y mientras la convencen y voy a buscarla, la convencemos entre todos y canta a capela dos trozos de dos canciones (otra anécdota en mi boda). Y cuando termina y nos hacemos unas fotos digo, después de darle las gracias a mi prima Marina, “tengo que entregar algo yo”, cojo mi ramo y se lo doy a mi hermana y mi hermana se queda sin decir nada y cuando reacciona, contesta a una pregunta que le hace una tía mía “eres la próxima que se casa “ y dice que “claro, la próxima que se casa soy yo” y salta “pues donde están los novios porque tengo que daros algo” y nos da un paquete con unos fofuchos de unos novios que ha hecho ella misma y que luego salen en todo el vídeo porque era otra novedad que ni nosotros los novios sabíamos.
Damos las gracias a todo el mundo por venir por el micrófono y empezamos a bailar que si Paquito el chocolatero, que si pasodobles, y terminamos con Jesús (fotógrafo) y Agustín (vídeo) en el hall del Palacio Gran Avenida (se portaron con nosotros excelentes y aunque la música iba un poquito tardía, según el guion que le dimos, quedó todo de fábula desde la comida hasta el baile, porque cuando vimos el vídeo todo encajaba bastante bien), porque ya terminaban su trabajo dándole las gracias por la boda a los invitados y volvemos y terminamos la fiesta un poquito más porque no quisimos alargarnos mucho para que no se hiciera pesada, y eso que solo pusimos una hora (que nos regalaron y que luego el restaurante nos regaló un cuarto de hora más). Y con eso y todo terminamos cerca de las 9.00 de la noche desde las 15.30 horas pasadas más o menos que habíamos comenzado.
Esta es mi crónica y espero no haberme alargado mucho y no os hayáis aburrido con tanta letra.
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