La boda de Ana y Diego en El Ejido, Almería

El día de nuestra boda

El día de mi boda fue de cuento. Todo empezó temprano, a eso de las 8 de la mañana. Sin nervios. Fui a desayunar con mi madre, y hasta las 12 estuve "sin nada que hacer". A esa hora me fui a la peluquería y a las 2 a maquillarme, y aunque parezca mentira, ¡cada vez estaba más tranquila!

A las 3 vinieron a traerme el ramo, y entonces pensé en mi padre. Nos dejó hace 5 meses, y con un lazo azul, escondí entre las rosas su alianza de casado. Así estaría conmigo todo el día.

A las 4 llegó el fotógrafo y mis amigas para vestirme. Después de estar perfecta para el gran día, salí de casa y toda mi familia me esperaba en la puerta. Fue realmente emocionante. Todos me acompañaron a la iglesia, ya que fuimos andando, y cuando entré y lo vi en el altar esperándome, ¡me tembló todo!

Después de una ceremonia preciosa que se me hizo realmente corta, fuimos a hacernos las fotos y después al convite. Entramos con la canción "¡Hasta mi final!, de Il Divo.

Y por supuesto no faltaron las sorpresas: les di un ramo a cada una de mis amigas, un vídeo para mis suegros, que celebraban aniversario de boda, mis amigos nos pusieron un vídeo (y aquí fue el único momento del día en el que lloré), y llegó el momento más especial. Le dimos a mi cuñada un ramo que yo había hecho. Y mi ramo fue a parar a mi hermano (¡y aquí lloró todo el salón!).