La boda de Álvaro y Mariángeles en La Puebla Del Rio, Sevilla
De noche Verano Fucsia 10 profesionales
Á&M
30 Jun, 2018El día de nuestra boda
Fue un día inolvidable, mágico y especial. Aún puedo sentir las cosquillas en el estómago que me impidieron almorzar como otro día cualquiera esperando la llegada de mi ramo a casa... Esperando la maquilladora, a la peluquera, al fotógrafo... ¡Deseando ver la cara de mi futuro esposo al verme llegar al altar y de todos a cuantos habíamos invitado! Ya a las 2 y media de la tarde empecé a prepararme en la habitación de mis padres. Mi bata blanca y mi camisón, colocando los pendientes y los accesorios frente a mi vestido de novia colgado. ¡Una sensación muy bonita! De repente todo pasó, ya era la hora de salir hacia el altar, y sin mirar el reloj desde medio día, sin preguntarme nada, yo iba vestida con mi más mágica y verdadera sonrisa hacia el amor de mi vida.... ¡Quién me iba a decir a mí que me sentiría la mujer más dichosa del planeta en aquellos dos o tres minutos camino al altar en los que pude ver muchísima familia y amigos muy guapos y todos arreglados por y para nosotros! ¡Como iba yo a imaginar que en ese momento mi corazón se iba a llenar aún más de felicidad y amor hacia mi marido! Porque simplemente con una mirada ya caían las sonrisas... Una vez casados, la sesión de fotos en el muelle del río de mi pueblo, lugar siempre soñado por nosotros... ¡Y qué bien iba surgiendo todo sin imprevisto alguno! Que también digo, me daba absolutamente igual llegar tarde o temprano a donde fuese, era nuestro día y nuestro momento y no echaba cuenta alguna a las horas marcadas por el reloj. Cuando llegamos a la hacienda ya los invitados habían estado bastante tiempo en el aperitivo (nos retrasamos un poco en el traslado) pero igualmente estaban todos muy contentos y agradecidos por todo. Y nuevamente sesión de fotos frente al jardín tan magnífico de la hacienda, las velas y luces de noche, las fuentes... Todo parecía tan de película que me era extraño sentirme responsable y protagonista de esa historia. De repente interrumpimos las fotos para entrar al salón, la gente se sentaba contenta para cenar y se oía de vez en cuando un: ¡vivan los novios!, se lanzaba una servilleta al aire p un que se besen nos hacía levantarnos para cumplir los pedidos. Jejeje... Durante el sorbete entregamos unas macetas a las madres y unos cuadros con nuestras fotos de pequeños a los padres junto con una dedicatoria... Momento de drama para muchísimos invitados... Y al momento rompimos con una entrega de una tarta de chucherías para mi más querido sobrino que cumplió 19 años el día anterior a nuestra boda. ¡No se lo esperaba y le encanto! Durante la comida nos levantamos a saludar por las mesas. ¡No teníamos hambre! ¡Solo queríamos disfrutar con la gente y compartir momentos! Cuando menos nos lo esperamos, 1 de la noche, postre... Corte de tarta, entrega de regalos y baile nupcial. ¡Ya se estaba acabando todo! ¡Increíble! Aún cierro los ojos y puedo ver el ambiente de la gente bailando, bebiendo y comiendo durante la barra libre. Mi prima quitándole el micrófono al DJ para cantar jajajaja, mis amigos haciendo fotos en el fotomatón, nosotros bailando... Y la noche iba pasando tan rápido que se nos hizo un click tan rápido como un chasquido. Cuando menos lo esperamos, ya quedaba media hora para cerrar el salón y la gente estaba desplomada en sillas, cansada de bailar y beber y pasarlo bien. Yo aún tenía suficiente energía como para retroceder en el tiempo y volver a repetir nuestro día sin dormir nada. Y es que jamás pensé que nuestro día sería como fue, tan mágico, tan especial, ¡tan feliz! Todo salió rodado. ¡Mis amigas, familiares y yo bailamos genial! ¡Mi hermano nos dio la sorpresa tocando en la charanga a la que pertenece junto a sus compañeros músicos para animar aún más la fiesta! ¡Mis amigas nos hicieron entrega de unas copas personalizadas totalmente increíbles y preciosas! Mi padre pudo estar presente y disfrutar de la mayor parte de la fiesta (está en silla de ruedas y meses atrás lo pasó bastante mal). ¡No podía pedir más! ¡No quería dormir! ¡No quería que eso acabara! Es ahora cuando lloramos mi marido y yo al ver las fotos y videos de nuestro día viendo lo guapísimos que estábamos y lo bien que recordamos ese día.
Servicios y Profesionales de la Boda de Álvaro y Mariángeles





Otros Proveedores
Otras bodas en Sevilla
Ver todas

Cortijo Torre de la Reina

Hacienda Al-baraka

Hacienda Caridad
Inspírate con estas bodas
Deja tu comentario