La boda de Alvaro y Elena en Madrid, Madrid
De noche Verano Verde 2 profesionales
A&E
22 Jun, 2013El día de nuestra boda
Mi gran día comenzó sobre las 9 de la mañana en casa de mis padres. Dormí bastante bien y al abrir el ojo lo primero que vi fui mi precioso vestido que estaba colgado en la habitación donde dormía.
Desayuné tranquilamente con mi hermana y sobre las 10 de la mañana un precioso centro de rosas rojas en forma de corazón llegó a mis manos, era un regalito que me enviaba mi futuro marido, ¡qué detallazo!
A las 12 bajé a la peluquería a que me pusieran guapa, en una horita tenía mi pelo listo, ¡qué cantidad de horquillas y de laca! Pero aguantó estupendamente durante todo el día hasta las 7 de la mañana del día siguiente.
Volví a casa y allí estaba mi maquilladora esperándome, había maquillado ya a mi hermana, ¡qué guapa estaba! Y en una horita yo también estaba lista. Sobre las 14.30 comimos un picoteo que había traído mi padre y a las 16.00 de la tarde ya estaban ayudándome a vestir. El fotógrafo llamaba a la puerta…Nos hizo un montón de fotos y nos reímos mucho. A las 17.15 llegaba mi amigo David con el coche de los novios. Íbamos tan bien de tiempo que tuvimos que dar vueltas cerca de la iglesia metidos en el coche porque aún no era la hora.
Seguir leyendo »En esos momentos mi corazón iba a mil, no había estado nerviosa durante todo el día hasta ese mágico momento. Me bajé del coche, vi muchísimas cámaras haciéndome fotos y agarrada del brazo de mi padre entré en la iglesia. No podía dejar de sonreír y mirar a todos lados, ¡qué de caras felices y qué alegría ver a tanta gente querida a mi alrededor! Cuando fijé la mirada al frente le vi a él, ¡qué guapísimo estaba! Para mí el momento más bonito de toda la ceremonia. Me encantó como me miraba y como me sonreía.
La ceremonia fue muy bonita, el coro le daba un aire muy especial. Hubo momento… Álvaro no era capaz de ponerme el anillo y el cura ya le dijo: “Anda deja que se lo ponga ella que le vas a romper el dedo”. Como nos reímos. Después con las arras, al dejarlas caer sobre sus manos, se me quedó una en las mías, y así entre risas le dije: “Estos son los bienes que vamos a compartir pero yo siempre un poquito más”. Nuestros testigos que estaban en el altar se partían de risa.
El beso de recién casados también fue un momento super especial, toda la iglesia aplaudiendo, ¡qué bonito! La salida de la iglesia también quedó muy chula, nos tiraron pétalos de rosas y pompas de jabón, y muuuuuchas fotos.
Nos fuimos a hacernos unas fotitos por el Retiro y centro de Madrid, nos lo pasamos genial, la gente nos miraba y nos gritaba: “Vivan los Novios”. Los pocos nervios que teníamos se habían quedado en la iglesia, estábamos disfrutando a tope.
Llegamos al cóctel y nuestros amigos nos recibieron con una lluvia de globos, ¡qué detalle! Aquí aprovechamos para hacernos las fotos de grupo, y con tanto ajetreo probé bien poco del cóctel y solo bebí una cerveza. Eso sí, ¡salgo en casi todas las fotos con ella como si me hubiera bebido el barril entero!
Después pasamos al salón, la cena estaba buenísima y desde la mesa presidencial veía perfectamente a todos mis invitados.
Llegó el momento de entregas. Unos regalitos a las personas más especiales. Empezamos por el ramo a las madres con la canción “La vida es bella” de Noa y Miguel Bosé, les encantó. Acto seguido entregamos los regalitos a los padres. Mi padre se emocionó mucho con el marco de fotos que le regalé. Salíamos los dos cuando yo era pequeña, y una foto muy parecida de 20 años después.
Seguramente el momento más emotivo de la cena fue cuando me levanté de la mesa con la canción de “El regalo más grande” para entregar mi ramo a mi hermana. Me di un paseo entre las mesas hasta que me paré en la suya y la hice levantarse. Ahí lloramos las dos y todo el salón. Le hizo muchísima ilusión.
Llegaba el momento tarta con nuestras” friki figuras”, llamaron mucho la atención por lo poco convencionales. ¡A mí me encantan! La tengo guardada de recuerdo, fue un regalo de nuestros amigos.
Terminada la cena, postres, chupitos y demás tocaba bajar a la disco y deleitarles con nuestro primer baile que casi no habíamos podido ensayar, así que hicimos lo que pudimos. Sonaba la canción de la Bella y la Bestia que tiene un significado muy especial para los dos.
¡Y comenzó la fiesta, el cachondeo y el desmelene! Disfrutaron mucho con el atrezzo para el photocall que habíamos preparado, el marco y las pizarras dieron mucho juego y desde luego de aquí salieron las fotos más divertidas de la boda.
Cuando lancé el ramo de goma eva a las solteras al son de “Singles Ladies” no paramos de reír. De segunda o tercera fila salió una compi de trabajo, abalanzándose como loca, ¡decía que el ramo tenía que ser suyo! Cómo nos reímos.
Terminamos en mi casa con un grupo de grandes amigos recordando los buenos momentos vividos.
Fue un día perfecto, inolvidable, único. Realmente el día más feliz de nuestras vidas. Lo repetiría mañana mismo si pudiera.
En el recuerdo os tuve a todas vosotras, mi boda no habría sido lo mismo sin el espíritu de bodas.net.
¡Viva el amor y vivan las bodas!
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