La boda de Álvaro y Ana Belén en Martos, Jaén

El día de nuestra boda

Fue uno de los días más bonitos e importantes de mi vida. La última semana tenía sentimientos de alegría y nostalgia al saber que empezaba otro camino y dejaba atrás todo lo que me había rodeado desde pequeña, pero ese día me levanté con toda la ilusión y la mayor de las ganas de disfrutar cada minuto, de saborear al máximo cada momento, porque sabía que no se iba a repetir jamás. Sentir a todo el mundo a tu lado alegrándose por nosotros en un día así, arropados por toda la familia y amigos, ver a la gente disfrutar y darte la enhorabuena por organizar una boda así de bonita.

Trabajamos mucho cada detalle, la mayoría hechos por nosotros mismos, lo que me hacía sentir mucho más satisfecha. Nos preparamos un baile muy emotivo y con mucho sentimiento y complicidad, fue uno de los mejores momentos, porque sentía como si ambos estuviéramos solos, sin nadie mirándonos, disfrutando cada paso y movimiento y expresando toda la felicidad y amor que sentía.

Mi ya marido estaba tan guapo, que se me caía la baba al verlo. Es un sentimiento de felicidad y un recuerdo que quiero guardar para toda la vida, y que volvería a repetir mil y una vez más “Sí, quiero”.