La boda de Alfredo y Vanesa en Jaén, Jaén

El día de nuestra boda

Bueno, al fin llego el día de nuestra boda. Estaba tan nerviosa, recuerdo que esa noche apenas pude pegar ojo, recuerdo que mi hermana estaba igual que yo. Me fui a la peluquería y entre maquillaje, risas y lágrimas, estaba tan feliz. Al llegar a mi casa, vi ya mi vestido colocado encima del armario para ponérmelo; estaba tan nerviosa. Llegó mi fotógrafa, María, y como es ella, me hizo sonreír y me vestí superrápido. Al bajar a la puerta del portal, tenía a muchos vecinos esperándome en la puerta; los saludé y me volví a emocionar con un vecino en especial, me cuidó desde pequeño y me vio crecer.

¡Llegué a la iglesia y estaba tan nerviosa que llegué superpuntual! A las 12:00 ya estaba yo allí, y entré al altar, agarrada del brazo de mi padre. Miraba al fondo y veía a Alfredo, recuerdo a mi padre decirme: Vane, no llores, que vas a salir muy fea en las fotos. ¡Me hizo reír y se pasó la ceremonia volando! Fue superrápido, la verdad. ¡Salimos tan felices! Ya éramos marido y mujer.