La boda de Alfredo y Melisa en Oviedo, Asturias

El día de nuestra boda

¡Hola chicas!, ¿qué tal?

En esta crónica voy a centrarme en lo bueno. Ya hablaré de mi "familia sanguínea" en otro debate. Quitando los nervios habituales no me puedo quejar, además conté con la ayuda del orfidal, con lo cual estuve bastante relajada (o al menos más de lo que me esperaba). Conseguí dormir con él. Nuestro amigo Pablo estuvo en casa conmigo para que estuviera tranquila, cosa que le agradezco.

Cuando llegamos al ayuntamiento recuerdo que fui de frente al lado de mi pareja, necesitaba que me calmara, además sentía curiosidad por su traje y también quería saber su opinión sobre el mío.

La ceremonia transcurrió bien y nos dieron un detallito. Después tocó la sesión de fotos. Me lo pasé genial. Finalmente nos fuimos a casa a cambiarnos para salir a cenar con los amigos.

Quitando mi "familia sanguínea" fue un gran día.