La boda de Alfonso y Mary en Sant Vicenç De Montalt, Barcelona

El día de nuestra boda

El día de nuestra boda fue un día mágico, espectacular, precioso. El día empezó sin nervios, ¡sorprendente! Pero creo que después de pasar unas semanas muy tensas, el corazón estaba relajado y solo quería disfrutar. Mientras los preparativos iban llevándose a cabo en mi casa, mi cabeza iba pensando cómo podría haber llegado el día, parecía que después de tanta organización no llegaba nunca y sí llegó, dejé que todo fluyese, a pesar de que tuvimos un par de percances, como por ejemplo que mi zapato se rompió, pero después de la tensión del momento, pudimos hacer un "apaño" y salir de casa.

De camino en el coche, dejé atrás en esos nervios y me vi de golpe a punto de entrar en la ceremonia, un sitio tan bello y espectacular que solo que verlo ya emociona. Allí estaba mi pareja, que después de 11 años juntos y una hija, decidimos dar el paso de oficializar nuestro amor.

El sentimiento que me invadió al ver a todos los invitados esperando y a él en el fondo fue uf, lo recordaré toda mi vida y nuestra hija de 4 añitos llevando los anillos muy concentrada (ya que sabía que si lo hacía tendría una mesa entera llena de chuches para ella)… Llegó el momento del Sí quiero y lo dimos con todo el amor del mundo y mirando al cielo ya que nuestros padres, que por desgracia ya no están con nosotros pero de alguna manera sabemos, que allí estuvieron.