La boda de Alexandre y Marina en Jaén, Jaén
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A&M
01 Jul, 2022El día de nuestra boda
Comienzo el relato sobre el día de la boda poniendo un poco de contexto sobre los días anteriores. Los días previos a nuestra boda fueron bastante estresantes porque teníamos a mucha gente que venía del extranjero, pues, vivimos en Francia y mi marido es francés. Hubo anulaciones de vuelos de familia cercana, alguna baja por COVID, y tuvimos que cambiar al sacerdote en el último momento porque también se encontraba enfermo. Pero con suerte pudimos solucionarlo todo prácticamente, casi todo el mundo de fuera pudo venir y todo estaba preparado para ese día.
Así que llegamos a ese gran día y tuve solo que prepararme tranquilamente, me compré un abanico de novia porque hacía algo más de calor de lo que pensaba, fui a la peluquería, volví a casa a que me maquillaran, almorcé tranquilamente y luego pasé un ratito muy agradable con mis dos amigas que vinieron a maquillarse a casa. Mis padres estaban ya prácticamente listos, solo nos quedaba vestirnos cuando el fotógrafo llegase a casa. Tuve solo un pequeño imprevisto por la mañana y es que mi ramo de flores llevaba las flores que había pedido, pero estaban como en forma de bola, cuando yo lo pedí asilvestrado. Nada que ver, pero en sí no era nada grave. Llamé por teléfono, vinieron a buscarlo, lo arreglaron y me lo trajeron de nuevo, esta vez sí, estaba precioso. Respecto a los proveedores que elegí para arreglarme, todos fueron excepcionales y todo fue sobre ruedas.
Seguir leyendo »Del lado del novio, todo el mundo estaba listo también porque todo estaba más que preparado y sin ningún imprevisto mayor se hicieron las fotos con el fotógrafo en una casa que habían alquilado para alojarse esos días. Luego el fotógrafo vino a la mía y he de decir que ambos disfrutamos de la sesión de fotos con nuestras familias muchísimo porque íbamos bien de tiempo, no tuvimos ningún contratiempo y son momentos preciosos que compartir.
Empezamos a estresarnos un poquito en el momento de salir de casa, pues el novio tuvo que esperar más de la cuenta a su chófer. Aunque llegó tarde respecto a la hora prevista, habíamos previsto un buen margen y el novio estuvo antes de la hora en la Iglesia. Respecto a mí, todo iba bien de tiempo, pero tenía que esperar a que el fotógrafo llegase para salir del coche y entrar en la Iglesia, salvo que tuvo algún imprevisto con el parking y llego unos minutos tarde. Nada grave pero un poquito estresante en ese momento...
El momento de entrar en la Iglesia con mi padre del brazo y ver a toda mi familia y amigos y a mi chico esperándome en el altar fue muy bonito y emocionante, la verdad estaba a punto de llorar, pero al ver llorando a mis amigas me dio la risa y fue una mezcla de emociones un poco rara pero muy bonitas. Todo transcurrió bien exceptuando que al haber cambiado el cura en el último momento y a pesar de haber preparado cada momento de la misa y cada lectura con unos libritos de misa en español y en francés que hice para que los invitados pudiesen seguirlo todo (había lecturas en los dos idiomas) y a pesar de haberlo ido a visitar en un par de ocasiones, este leyó otra lectura, pero bueno, es algo sin importancia. Quedó aun así muy bonito. Disfrutamos mucho del momento de salir de la Iglesia con todos celebrando que ya sí, ya éramos marido y mujer. Fue un momento un poco confuso porque teníamos justo después que irnos con el fotógrafo para llegar al restaurante antes que los invitados (que tenían que caminar tranquilamente unos minutos para coger el autobús más unos 20 minutos de trayecto) y claro, si saludábamos a algunos, había que saludarlos a todos, tomando mucho tiempo de las fotos... Así que nos escaqueamos como pudimos.
Llegamos al restaurante, hicimos nuestras fotos y cuando los invitados estaban llegando, nosotros estábamos terminando así que no tardamos en reunirnos con ellos para saludarlos, echarnos algunas fotos y disfrutar un poco. A pesar de ser un 1 de julio, elegimos un restaurante que está en un cerro, por lo cual hacía buena temperatura y tuvimos una puesta de sol preciosa con Jaén, mi ciudad, de fondo.
Seguidamente, antes de empezar la cena, hice un juego para dar el ramo. El juego lo vi en una boda francesa y consiste en que las solteras hagan un gran círculo alrededor de la novia, cada una con un lazo en la mano que va atado al mango del ramo. Se pone música y empiezan a bailar rodeando la novia, y ella va cortando sin mirar cada lazo de su ramo, hasta que queda uno solo y la chica que lo tiene en la mano es la afortunada que se lleva el ramo. Fue un momento divertidísimo y a los invitados les encantó porque la música era muy animada (era Chayanne, ¡cómo no!).
Después empezó la cena en el exterior bajo unas lucecitas preciosas y rodeados de pinos, con una bonita música de ambiente y nos sentamos los novios en su mesa y los padres con cada familia. Al ser unos franceses y otros españoles y no hablar el otro idioma, nos pareció mejor para que estuviesen más cómodos y para poder reunirnos un poquito los dos también mientras disfrutamos de una cena excepcional. Al ser una boda pequeñita (teníamos 90 invitados), tuvimos el lujo de cenar tranquilamente y de ir pasando por las mesas hablando con cada uno entre el plato y el postre, y nuestros padres lo pasaron pipa cada uno en su idioma con su familia respectiva.
En un momento empecé a ver revuelo sin saber de dónde salía y mis amigos, primos y todo el que se animó hicieron un flashmob increíble, fue un momento inolvidable. Fue un gran regalo verlos de esa forma, trasmitiendo buen humor y alegría en ese día tan especial. ¡La única pena es que nadie lo grabó porque todos estaban o bailando o sorprendidos!
Después del postre abrimos el baile con un bailecito corto que habíamos preparado los novios, sin mucho artificio, fue algo muy sencillo, y seguidamente cambió la música y bailamos, yo con mi padre, y él con su madre. Fue también un momento super bonito y nos encantó hacerlo así. Justo después sonó una música de fiesta y ya todo el mundo se animó y empezó la fiesta.
Así estuvimos hasta casi las 6 de la mañana disfrutando del baile, de los amigos y familiares, de un fotomatón super chulo que pusimos con mesa de chuches y unos churros con chocolate para quien tuviese un antojito.
La verdad que lo disfrutamos mucho, pero había que estar pendiente de muchas cosas y algo de estrés hay, así que tenemos muy buen recuerdo, aunque nos supo a poco. Muchos de nuestros invitados quedaron fascinados con el lugar tan mágico que elegimos para la celebración.
Si tuviese que recomendar algo sería sin duda el hacer las cosas con el mayor tiempo posible y tener que hacer lo mínimo los días anteriores y también elegir a proveedores con los que se tiene confianza y que saben hacer su trabajo sin escatimar. Un buen profesional no se hace de notar porque no tiene fallo y todo va como la seda. El último consejo es tener en mente que no todo sale como está previsto y que no todo es perfecto, pero que hay cosas que no tienen importancia y que, de otra forma, pues también están bien o que son perfectamente comprensibles por parte de los invitados. Una última cosa, disfrutar lo que se pueda, aunque entre el estrés, el estar pendiente de todo y todos y las emociones no resulte tan fácil.
Espero que os haya gustado.
Enhorabuena a los recién casados y a los que lo harán próximamente.
Fin.
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