La boda de Alejandro y Lorena en Anento, Zaragoza

El día de nuestra boda

Nos casamos el 19 de septiembre en nuestra fecha original, y después de un montón de dudas de si seguir o no, decidimos que no queríamos parar nuestra vida por una fecha y tomamos la difícil decisión de explicarlo a nuestras familias y amigos, y planear desde 0 una boda completamente diferente a mes y medio de nuestra fecha. De 90 a 22 invitados, nuevos proveedores, nuevo lugar de cerebración tanto de banquete como de ceremonia... Al final nos casamos en el pueblo de mi infancia, me vestí en la casa en la que nació mi padre y tuvimos una boda muy emotiva, especial y retransmitida por zoom para los invitados que no pudieron acudir, las mascarillas tan alarmantes en mis pensamientos al principio pasaron a ser un complemento más. No cambiamos nuestro día de boda por nada del mundo.

Damos las gracias una vez más a nuestros proveedores que nos ayudaron en todo, adaptándose a todo lo que iba surgiendo y transmitiéndonos confianza en unos días que los nervios están ahí a flor de piel... Han pasado casi tres meses de nuestro 19, y aún se me ponen los pelos de punta al recordar cuando vi a mí ahora marido esperarme al final del atrio de la iglesia... No tengo palabras para ese sentimiento de “estamos aquí y lo hemos conseguido”. ¡Sí, se puede! Animo a todos los que están esperando su día, hayan pospuesto o sigan en su fecha original.