La boda de Alejandro y Estefania en Barcelona, Barcelona

El día de nuestra boda

Desperté muy tranquila, como si de un día normal se tratase, no era consciente de ello. Los días anteriores fueron de mucho estrés y sin parar ni un solo minuto, el día anterior fue de estrés, teníamos muchas cosas que acabar en la finca y recuerdo que llegamos tardísimo a casa, sin olvidar que teníamos que ir al aeropuerto a por los últimos invitados que llegaban en el último vuelo.

El día B, cuando nos levantamos, lo vivimos muy intenso, sorpresas inesperadas y muchas ganas de que llegara la tarde, donde nos volveríamos a ver pero vestidos de novios sin saber nada más.

Recuerdo el momento de la peluquería con mis damas y mi madre superespecial y para recordar, pero tengo que decir que a partir de ahí rebobinaron hacia delante y todo fue muy rápido.

La entrada fue espectacular y ver la cara de alegría de las personas que nos quieren no tiene precio.

Fue el mejor día de nuestras vidas. Una boda de cuento.