La boda de Alberto y Rocio en Soutomaior, Pontevedra

El día de nuestra boda

El día de la boda nos levantamos muy nerviosos porque nos llovía y nuestra boda era en el exterior, sabíamos que daba lluvia, pero teníamos la esperanza de que no nos lloviera, pero así fue entonces no sabía que me encontraría al llegar al castillo. Después de prepararnos llegó el momento la ceremonia. Fue dentro y me sentí una princesa entrando en ese castillo que desde pequeñita conocía y esperándome el hombre de mi vida.

La boda fue muy emotiva porque faltaban unos de nuestros mejores amigos que nos hicieron una vídeollamada y un regalo en la distancia, ya que por la muerte de un familiar no pudieron asistir en el último momento. Muchas sorpresas que dimos y también que nos dieron. Sin duda, al final los nervios de los preparativos y el día en sí, no impidió nada que fuese la boda de nuestros sueños.

Sin mencionar el ver a mi cuñado el cual dos meses antes de casarnos tuvo un accidente muy importante el cual teníamos por su vida y gracias a Dios ese día pudo estar con nosotros ese día tan especial cuando estuvimos a punto de suspender la boda por ese motivo.