La boda de Alberto y Patricia en Señorin (Carballiño), Orense

El día de nuestra boda

Pues qué deciros chicas, el día de mi boda fue el más feliz de mi vida. Estuve preocupada por el clima, parecía que iba a llover, o así al menos lo decían todos los pronósticos, pero finalmente no cayó ni una gota. Estuve bastante tranquila, porque la noche previa hicimos una cena con los amigos y nos lo pasamos genial, ellos se encargaron de que los nervios se fueran, incluso me permití el trasnochar un poco jeje porque la boda era a las 18 horas.

Todo salió perfecto, la ceremonia súper emotiva, muy romántica, con nuestros papis emocionados no, ¡¡lo siguiente!! Me prometí que no iba a llorar, pero la verdad es que me resultó imposible no derramar alguna lágrima en el momento de ponerle el anillo a mi chico. Qué momento tan especial, ¡sólo de recordarlo me emociono!

El restaurante y la fotógrafa no pudieron estar mejor elegidos, una maravilla, estuvimos bailando y riendo con nuestra gente hasta la madrugada. Fue un sueño hecho realidad.

Mi consejo sería que disfrutéis al máximo de todo, yo lo intenté y creo que lo conseguí, aunque estuve muy muy emocionada todo el día. Ya sé que es lo que se dice siempre, pero es la verdad. Después de tantos preparativos y comeduras de cabeza, ¿ya nos toca disfrutar no?