La boda de Alberto y María en Arroyomolinos, Madrid

El día de nuestra boda

Amanecía aquel 21 de octubre con unos amenazadores nubarrones negros. Llevábamos toda la semana mirando a cada hora (no exagero) las ocho aplicaciones de predicción meteorológica que habíamos instalado. Mis nervios y yo nos fuimos a la peluquería y ¿sabéis qué? ¡Al salir se habían disipado! A las 11:00, puntual como un reloj suizo, apareció Adriana, nuestra fotógrafa. No busquéis más, ella es el arte tras el objetivo y, además, es todo corazón. Mientras mi madre me ayudaba a prepararme, ella apaciguaba los nervios, entre foto y foto. Salimos sobre las 12:15 hacia el Torreón de Arroyomolinos, donde tuvo lugar una sencilla ceremonia civil. A la salida, el grupo musical Turdión Medieval le puso banda sonora al arroz y los pétalos. ¡Qué emoción! Después de algunas fotos por los alrededores, fuimos hacia el Restaurante Kercus. Antes de comenzar el cóctel, hicimos una ceremonia algo más íntima (y emotiva) en la que liberamos mariposas, entre lágrimas y aplausos de los invitados. El cóctel, muy variado y con una atención exquisita, encantó a todos los comensales. Lo mismo del banquete, nadie se quedó con hambre. Atuel Pastelería, con aquella preciosidad de tarta (red velvet con frutos rojos), hizo las delicias de los más golosos. Bailes, selfies, alguna copa, foto por aquí, foto por allá, abrazos, risas, lágrimas, el ramo volador, las sonrisas... Un día mejor de lo esperado. Un día que nunca olvidaremos.