La boda de Alberto y Laura en Santander, Cantabria

El día de nuestra boda

Fue un día mágico en el que acompañó hasta el tiempo (siendo del norte una nunca sabe). El éxito sin duda alguna fue la predisposición de la gente que nos acompañó ese día, ver que estaban disfrutando de una fiesta de amor puro muy divertida.

Disfruté muchísimo del día, desde que llegué con mi madre y mi tía al hotel para empezar a vestirme y maquillarme. Fue un precioso momento de las 3, nos reímos mucho y la verdad que yo estaba 0 nerviosa. Cuando mi padre vino a recogerme se quedó sin palabras y fue muy emocionante.

Llegamos al Palacio de la Magdalena de Santander, donde me esperaban mis sobrinos para acompañarme en la entrada, la gente se emocionó mucho al verme entrar, pero yo estaba muy tranquila y eso me hizo disfrutar más.

A la salida soltamos unos globos blancos y ya de camino al Cenador de Amós donde todos pudieron disfrutar del cóctel al aire libre.

Los invitados se mezclaron entre las distintas familias y grupos de amigos desde el principio, creando muy buen ambiente, bailando y cantando juntos hasta el final, nuestros amigos nos dedicaron palabras preciosas y nos dieron alguna que otra sorpresa que nos dejó sin palabras.