La boda de Alberto y Karen en Alcazar De San Juan, Ciudad Real

El día de nuestra boda

Hay muchas parejas pendientes de si podrán celebrar su boda, por ello quería transmitiros mis experiencia.

Aunque la situación con respecto a la pandemia cambia de una semana para otra, en mi caso tuvimos mucha suerte y en la semana que nos casamos no había ningún brote por la zona y todo salió genial. La boda se celebró con total normalidad, las mascarillas no eran obligatorias, salvo en al iglesia. Redujimos el número de invitados casi a la mitad y así se pudo celebrar todo al aire libre y con suficiente espacio entre comensales.

La bodas de pandemia son mucho más emotivas, la presión, la incertidumbre, el nadar contra viento y marea hará que lo valoréis aun más, y desde luego, sabéis que los invitados que asistan lo hacen porque verdaderamente quieren y no por compromiso.

Como os digo, no hubo nada que echara de menos en mi boda que hubiera podido tener en tiempos pre-Covid. Hay que hacerse a la idea que las bodas multitudinarias han pasado a la historia y hay que adaptarse a las nuevas situaciones porque esto va para largo.