La boda de Alberto y Esther en Alcalá De Henares, Madrid

El día de nuestra boda

El día de la boda fue genial, es una mezcla de sensaciones. Yo me quedo en que lo mejor para nosotros fue ver a toda la gente que te quiere y que quieres junta. Disfrutar desde el minuto 1 de todos los momentos porque de verdad se pasa rapidísimo, yo estuve en una pompa de felicidad toda la boda y el tiempo voló.

La verdad es que esa noche dormí bien, luego empezamos con el peinado y a la peluquería llegó un ramo de flores de mis sobrinas con una dedicatoria superbonita, después el maquillaje en casa y la hora de vestirnos también fue muy especial, ya que en mi casa había mucha gente y para mí fue muy divertido, ver por allí a mis sobrinos, mis hermanos y padres, cuñadas... Todos nerviosos y yo bastante tranquila (la gente me decía que iba a ser agobiante tanta gente en casa, pero para mí no fue así). Más tarde llegó el momento de la Iglesia y uf, entrar del brazo de tu padre con toda la gente mirándote superfeliz y ver a tu futuro marido al fondo… Es muy emocionante, aún se me ponen los pelos de punta al recordarlo. Cuando estábamos a mitad de la ceremonia mi sobrina mayor nos dio un sorpresón, tocó una canción con el piano preciosa que ni mi marido ni yo sabíamos nada, ¡y los dos nos emocionamos mucho!