La boda de Alberto y Demelsa en Paredes De Nava, Palencia

Alberto ya estaba en la puerta de la iglesia esperándome, él vino desde Palencia hasta Paredes de Nava. Este fue el momento más esperado y más apoteósico del día, nuestro encuentro vestidos de novios, nuestro deseo de vernos. Alberto estaba muy nervioso, allí recibió a los invitados, habitantes de la población se agolpaban en la plaza, los nervios aumentaban... hasta que llegué yo. Me recibió abriéndome la puerta del coche. Aquello era todo un espectáculo: hacia un sol radiante y un cielo azul esplédido, aquella alfombra roja que recubría toda la iglesia y que llegaba hasta la recepción de los dos coches antiguos que habíamos contratado: un Bezler y un Rolls Royce, además de la decoración de globos con cestos de paniculata que adornaba la entrada de la iglesia y como no, los centros florales que decoraban el interior de la misma, los invitados nos aclamaban con una gran sonrisa, todos estaban espectantes. Tras el encuentro de ambos, Alberto acompañado de su madre, entró en primer lugar a la iglesia mientras tocaba el cuarteto musical Diapasión junto a la voz de la soprano Ana Clara. Sin duda, el momento más esperado era la entrada de la novia, Demelsa acompañada de su padre y de su sobrina, la cual llevaba las arras y alianzas, se adentraban en la iglesia sonando la canción Nella Fantasia. Recuerdo ese momento como el más mágico, el más emocionante. Yo del brazo de mi padre y las miradas de todos los familiares y amigos, nos dirigimos hacia el altar donde Alberto y su madre nos estaban esperando. La misa transcurrió de una manera dinámica, con las correspondientes lecturas y participaciones de familiares y amigos, una misa solemne a la vez que muy especial para nosotros. Llegó el momento de los votos matrimoniales y volvió a repetirse otro de los momentos más intensos y especiales. Realizamos el ritual de la vela y poco a poco fue vinalizando la misa con un pequeño discurso que preparamos para los invitados hablando del amor y la unidad, así como de agradecimiento por acompañarnos en ese día. Procedimos a las correspondientes firmas, así como a la típica sesión fotográfica de familia. Y llega el momento de salir a la calle, imaginaros la que nos esperaba. La mayor parte de la boda era gente joven, la iglesia quedó vacía a pocos minutos de comenzar la misa, los petardos se oían desde el minuto uno, ya estaban preparando una de las suyas.

Cuando salimos por la puerta recibimos una abalancha de arroz, pétalos, papelitos de colores... Aquello no acababa, quedó la entrada de la iglesia cubierta entera de arroz. Tal fue la exageración de arroz, que teníamos contratada una pinchada de globos para los novios y los invitados la pincharon al tirar tanto arroz. Al mismo tiempo, se hizo una suelta de globos de helio blancos por parte de los invitados. Todo un espectáculo. No olvidar la traca que se prendió así como los petardos que tiraron continuamente. Ahora llegaron los besos, las felicitaciones y más fotos con el resto de invitados, hasta que se fue desalojando porque la gente necesitaba un vermut fresco. Al tiempo que ellos tomaban algo y posteriormente se dirigían en los autobuses de JG hacia Piña de Campos para degustar el exquisito cóctel que teníamos preparado en la Hostería de San Miguel, nosotros fuimos a hacernos una pequeña sesión fotográfica. Nosotros hicimos un brindis con champán rosa con nuestros padres en la salida de la iglesia junto a los dos coches clásicos y continuamos la marcha hacia Piña de Campos, los novios en el Rolls Royce y los padres en el Bezler. Los coches habían sido decorados con posits y los habían llenado de globos de colores.

Se nos hizo un poco tarde y llegamos al final del cóctel. Debió ser una velada increíble: todos los aperitivos exquisitos, cortador de jamón, abanicos para quitarse el calor, todas las bebidas deseadas... Los invitados pasaron al comedor y nosotros llegamos, tuvimos la entrada triunfal y tradicional que se hace a todos los novios. Los amigos cantaban y ondeaban las servilletas como locos, oíamos un montón de aplausos... Hicimos el brindis tradicional delante de todos los invitados y antes de comenzar a comer, tuve el detalle de dedicar a mi ya marido un vídeo muy emotivo en el que asemejaba nuestra historia de amor a un largo y eterno viaje que durará toda la vida, hasta que la muerte nos separe. En el vídeo se veían fotos nuestras, nuestra pedida de mano y, cómo no, el final era dedicado a todos los invitados que habían asistido a nuestra boda, con nuestros agradecimientos. Después de este pequeño trago, comenzamos a comer.

El banquete fue muy dinámico, podemos decir que Alberto y yo apenas pudimos comer: siempre teníamos a algún invitado por detrás nuestro saludándonos o dándonos regalos, un primo nos cantó una canción, otro amigo hizo un monólogo en el salón que amenizó mucho la velada, luego llegaron los regalos para fastidiar de los amigos por ambas partes (un tarro de cristal enorme lleno de diferentes ingredientes en el que se encontraban monedas y billetes, un saco de lentejas de 20 Kg en el que se encontraba un número de cuenta escrito en las lentejas), las amigas de la novia leyeron un texto denominado el árbol de los amigos en el cual participaban un miembro de cada mesa: tíos, primos, abuelos, compañeros de trabajo... y nos regalaban un ramo de flores cada uno. Llegó el momento de dar el regalo a los padres: un ramo de rosas a las mamas y un placa de pizarra con nuestra cara y una dedicatoria para los padres. Después el corte de tarta y la entrega del primer trozo de tarta a un primo especial.

A continuación, se proyectó otro vídeo, regalo de un tío carnal y se procedió a la entrega de los detalles de la boda (Detalles Armonía): para los hombres un baúl con cartas y una botella ginebra y para las mujeres un caldero con esponja, toalla, piedra pomez... Los niños tuvieron también su detalle: un largo y gran cucurcho de golosinas y una bolsa de regalo llena de juguetes, además de unas piñatas de globos llenos de sorpresas para ellos. Además, para las mujeres dimos un alfiler de Bodas Outlet. También pusimos un detalle de bienvenida para todos los invitados el cual podían encontrar en su propio asiento: un corcho de botella con una etiqueta en la que se escribía su nombre y una bolsa de organza con un marca páginas de nuestra boda y una chapa animada.

Llegada ya la tarde, la gente quería marcha y tomar copas. Los novios abrimos el baile nupcial con una típica coreografía (había que vernos), y ya enseguida la gente se animó y entro a bailar con nosotros, todos allí eramos protagonistas. El jardín se veía precioso: un fotomatón para hacerse infinidad de fotos con diferentes atrezzos y complementos, un rincón del fumador con diferentes tabacos, un rincón de alpargatas, un rincón de sombreros, candy bar y hasta bolsas de kraft para llevarse todos los recuerdos. El baile estuvo amenizado por una orquesta "Marfil" contratada a espectáculos San Millán, fue todo un acierto. La gente bailaba y participaba como loca, al tiempo que tomaban copas sin parar en la barra libre. Mi ya marido protagonizó un tremendo striptis mientras a mí me sentaron en una silla para observar aquel panorama, fue muy bueno.

Al finalizar la orquesta, contratamos un dj que estuvo pinchando un rato mientras se sacaba la recena con un montón de bocaditos, cortador de cecina, fruta fresca. Al mismo tiempo que continuaba la barra libre. Ahora llega otro momento muy importante, en el que los amigos se reúnen en una sala y nos ponen de espectadores mientras bailaban todos en parejas la canción de "Grease". Habían elaborado un coche de poliespan y la idea era meternos a los novios en él y hacernos un paseillo todos, pero las copas ya eran el peso principal del día, por lo que acabaron conduciendo el coche los artistas del mismo. Este momento ya era el desmadre total, la gente cantaba, bailaba, segía bebiendo... la locura. Antes de acabar la jornada en las hostería aún nos quedaba un espectáculo de fuegos artíficiales que hicimos en las inmediaciones de la hostería (de arpalencia) seguidamente de un brindis con todos los invitados con champán.

Y así fue finalizando nuestro día, pasó muy rápido pero fue muy emotivo y muy intenso. La gente disfrutó muchísimo y quedaron encantados con la boda. Después nos dirigimos a Palencia a un bar que teníamos contratado para seguir tomando copas y bailando. Así continuó la fiesta hasta altas horas de la madrugada. Los novios acabamos en torno a las 7:00 h y fuimos a descansar al hotel Diana Palace (Palencia) como obsequio de la hostería. Cuando nos levantamos, sentimos ese vacío de que ya todo había pasado, todo fue tan fugaz y tan rápido que volveríamos a repetir una y otra vez. Para nosotros hoy, podemos decir que ha sido el día más feliz de nuestras vidas y que estamos muy orgullosos de todas las personas que hicieron posible nuetro día.

Ya solo nos quedaba la luna de miel, un viaje muy intenso y muy disfrutado. Una ruta de 20 días por Tailandia, Camboya, Puket, Dubai y Abu Dabi.

Y colorín colorado, este cuento se ha acabado, esperamos que os haya gustado.