La boda de Albert y Pili en La Senia, Tarragona

Bien, nosotros nos casamos en el restaurante Antic Molí de Ulldecona Fuimos pues a reservar en cuanto nos prometimos ya que suele tener muchas reservas. Reservamos. El restaurante lo teníamos clarísimo des del principio, no miramos ningún otro. Este restaurante tiene su propio jardín y también un bosque precioso atrás. El bosque se llama “El bosque del tiempo” y tiene 366 árboles (365 + 29 de febrero) y allí decidimos en cuanto reservamos, casarnos. Aunque como veréis no pudo ser.

Bien en este tiempo la verdad que miré muchísimas cosas por aquí y decidí que en mi boda no podía faltar: pañuelos para lágrimas de felicidad, pomperos, abanicos, protege tacones, pajitas comestibles Sorbos, alpargatas y manoletinas Gift Empire, cartelería, bolsitas de moras con la frase “Esta boda ena-mora”, un mago, un caricaturista, música en directo, fuegos artificiales, kits de supervivencia, etc. Teníamos muchísimas ganas de celebrar nuestro amor y nuestros 10 años y así fue. Ahorramos un montón de tiempo, pero no falto de nada y pudimos hacerlo.

El que más nos costó fue decidir los regalos a dar y los marca sitios. Teníamos claro que queríamos dar una cerveza ya que somos mucho de juntarnos con los nuestros y tomar cervecitas, pero ¿qué más dar? Compramos cervezas e hicimos hacer las etiquetas personalizadas, a los niños eran botellas de vidrio de coca-cola llenas de lacasitos y con la etiqueta personalizada. El segundo regalo finalmente fueron unos tarros de vidrio con besos de golosina y con la frase “No dejes para mañana los besos que puedas dar hoy”. La frase y los besos finalmente fue porque en la cerveza pusimos en la etiqueta “Cer-besa” a modo de dar besos y lo ligamos así al siguiente regalo. La gente le gustó mucho, aunque yo tengo que reconocer que los besos me costaron muchísimo encontrarlos ya que la empresa cerró y ya no se fabrican. No pensó que esos besos que comía de pequeña ya no se hicieran, pero bien de aquí y allá encontré suficientes. Os adjuntaré fotos.

Luego, en cuanto a los marcasitios… Nosotros tenemos una máquina de serigrafiar madera y compramos corazones de 2 tamaños y nos pusimos a grabar nombres. Un tamaño unos 3,5cm fue para usarlo como imán y encima de la cerveza, ya que finalmente esas las usamos de sitting plan (me encantó como quedó, os pondré foto). Los otros un poco más grandes como llavero. Y... dos cositas con amor personalizadas.

Mi vestido tampoco fue a la primera. Fui a una tienda y nada me quedaba bien. Solo me enseñaban estilo princesa y yo que mido 1,50cm pues no me quedaban bien. Finalmente, al salir de esa tienda y desanimada ya, aunque sutil, me dijeron, que no tenían nada para mí. Cogimos y nos fuimos sin pedir hora a otra tienda que me dijeron y por suerte me atendieron. Allí el segundo vestido que vi, fue... Fue al segundo sitio y en el segundo vestido. Lo tenía todo ya.

Llegó el día B.

Llovía, hacia viento… ¡No podía creerlo! La semana anterior a 30 grados y no llovía desde hacía más de 2 meses. Bien, me casaba de tarde. A las 15h mi florista me llama que no podemos hacerlo en el bosque, que lo haremos en el jardín. Se me cayó el mundo encima en ese momento. No podíamos hacer nada, solo aguantarnos. Reconozco que me puse triste e incluso se me pasaron las ganas de la boda. Que fuerte, pensar que por una cosa así por un momento se me pudieran ir esas ansias... Pero bien a medida que me peinaba, maquillaba, y me vestí la cara y el pensamiento me cambió al igual que el tiempo que mejoró y salió el sol, aunque nos casábamos igual en el jardín.

En casa genial con mi familia, los vecinos me vinieron a ver, todo estupendo, aunque la primera anécdota viene ahora.

Mi madre, mi hermano y mis dos sobrinitas salieron hacía el restaurante y yo con mi padre en el coche que nos llevaba. Pues al llegar al restaurante (suerte que paramos antes de entrar en el restaurante) la wedding me dice que no había encontrado a las niñas que llevaban las arras. ¿Perdón? Si no están... ¿mi madre y mi hermano tampoco? Pues bien... mi hermano se perdió con los nervios y se fue hacia otro pueblo. El restaurante está a 6km de nuestro pueblo, pues él se fue hacia otro… ¡No pasa nada! Le llamó mi padre y esperamos 15 minutos hasta que llegaron. Ellos entraron y entramos nosotros. Los invitados muchos no se enteraron y los más allegados si, se rieron bastante al saber “¡no entra la novia que se ha perdido la madre!”. La verdad que pusimos limonadas y agua como bienvenida y estaban mientras servidos. Cuando estuvimos todos, la wedding los colocó a todos y entramos. Fue muy bonito y emotivo ver a mis primos y familiares llorando mientras pasaba y ver sobre todo a mi marido al fono esperándome. A diferencia de muchos al verle le besé en los labios. ¿Después de 10 años le tengo que besar en la mejilla? ¡No!

El sitio quedó espectacular. Mejor de lo esperado. Mejor incluso creo que en el bosque. Damos gracias al tiempo por a ver querido que nos casemos allí. La ceremonia preciosa… Hablaron nuestros 3 testigos, que son nuestros mejorísimos amigos y nuestros 2 hermanos que nos hicieron llorar de felicidad muchísimo.

Luego nos fuimos a hacer fotos al bosque y el pica-pica tuvo que ser dentro. Cosa que también es de agradecer, ya que estuvimos superbien y se pudo lucir el mago, el caricaturista, el músico… ¡todo! Ya luego entramos a la sala de comer que estaba preciosa. Comimos, hicimos mil sorpresas y la gente a nosotros también... Los fotógrafos estuvieron atentísimos a todo y no se perdieron nada.

Entramos con la canción Crazy in love de Beyonce y brindamos con nuestras copas personalizadas. Como regalos dimos: para dar el regalo a los padres pusimos la canción Gracias de El canto del loco y regalamos a las madres dos cajas de madera con sus nombres y dentro relojes con foto (la de mi madre era precioso con la foto de sus nietas/mis sobrinas y la de mi suegra la foto de sus 2 hijos), a los padres dos cajas de madera con sus nombres y una botella de vino con una etiqueta con sus nombres y la definición de padre y otros productos alimentarios (sobrasada, anchoas, trufa negra, etc..). Para dar cuadros personalizados a los siguientes novios que fueron 10 la canción de Singgle ladies, que fue muy bueno ya que como eran 10 creíamos que con 1 canción teníamos suficiente y nos quedamos a la mitad y todos empezaron “¡otra, otra, otra!” y la wedding avispada la puso de nuevo y acabamos de repartir… También repartimos detalles a los hermanos, a la abuela, a los testigos, al oficiante. Y ya los otros regalos fueron a nosotros, nos pusieron 2 vídeos y dos grupos de amigos vinieron a darnos un regalo a la mesa. Nos lo pasamos pipa. ¡Los fotógrafos nos dijeron que fue una boda muy bonita y movidita!

Ya para terminar hice el juego de los lazos con el ramo. Cuando dimos los 10 cuadros, junto había una nota que decía al son de Bruno Mars – Marry you, vendremos a buscaros chicas y sortearemos el ramo. El ramo lo hice partir en dos para darlos a las dos mejores amigas que tengo. Aunque a una la vea más, las dos se lo merecían por lo bien que se portaron conmigo y por la felicidad y alegría que me transmitían siempre con mi boda. Les di un mega abrazo y las gracias a las otras 8 parejas, bueno a las chicas que eran ellas las que participaron y mis amigas se emocionaron un montón.

Luego vino el baile, que, aunque nuestro ideal del principio de prometernos fue hacer un mix movido. No tuvimos tiempo de ensayar y fue la canción “Thinking out loud” y aunque improvisamos quedó muy bonito.

Luego barra libre, nos fuimos a las 4 de la mañana a la discoteca que alquilamos por muy poquito dinero y a las 6 de la mañana enchufamos barbacoas que había allí y nos pusimos a guisar a la brasa carne que compramos y a las 9 cada mochuelo a su olivo. Fue genial de verdad.

Ya el lunes nos fuimos 18 días por china y Japón. Un viaje que nos preparamos nosotros y nos salió súper bien de precio.

Y ahora que estoy ya aquí, me queda la felicidad de saber que ese día fue genial. Que todo el mundo está felicitándonos y el ver las fotos y vernos las caras de felicidad, euforia, amor, todo…

Me casaría un millón de veces más. Rebobinaría ese día una y otra vez.

En resumen, fue un día feliz no, lo siguiente. No pudo ir nada mejor.