La boda de Albert y Georgina (Audrey) en Vallirana, Barcelona

El día de nuestra boda

El día de mi boda fue maravilloso. Como siempre tiene que haber imprevistos el mío fue que la peluquería y maquillaje me ocupó demasiado tiempo y mi idea era desayunar una vez arreglada, pero al llegar a casa ya me estaban esperando las fotógrafas y el del vídeo. ¡Toda la mañana en ayunas! Pero aparte de eso todo transcurrió perfectamente. Para apoyarme en este día tan especial estaba mi familia con quien nos hicimos unas fotos preciosas. ¿Lo mejor de esas fotos? Le puse a mis gatos pajaritas y a mi gata un tutú rosa, ellos también merecían estar elegantes el día de mi boda. Después llegó el momento en el que mi hermano me entregó el ramo leyéndome un poema preparado por mi entonces prometido. Suerte que contaba con vídeo para no perderme ese momento tan especial. El ramo lo encargué a ultimísima hora, pero por suerte captaron a la perfección lo que quería. Era de orquídeas rosas con algo de paniculata blanca con un poco de caída y unos camafeos con las fotos de mis abuelos que ya no están. Salimos un poco justos de casa pues mi idea era ser una novia puntual y llegar a las 13 al lugar de la ceremonia, justo la hora en la que empezaba. Por suerte mi chófer, un amigo de la familia se conocía los mejores caminos y llegamos justo a tiempo. De hecho, demasiado a tiempo, llegamos antes que los testigos y que mi familia que habían salido de casa antes que yo. En el momento oportuno nos avisó el responsable del restaurante para avisarnos que ya podíamos ir y del brazo de mi padre, al llegar a la entrada del jardín donde se hacía la ceremonia escuché mi canción y me emocioné. Avanzamos muy deprisa por la emoción del momento mientras iba viendo a todos mis amigos y familia y al fondo de todo estaba él, mi futuro marido, guapo a rabiar. Después empezó la ceremonia donde mi primo y mi cuñado tuvieron su parte haciendo una oración por nosotros y el discurso estuvo a cargo de mi hermano, sin duda lo mejor de toda la boda. Fue realmente precioso y muchos invitados llegaron a emocionarse. Luego llegó la parte de la firma oficial de los papeles dando lugar a algún momento gracioso como que al dar paso a los testigos no se encontrara a punto uno de ellos o que al presentarnos como matrimonio dijese Familia Marcial en vez de Marsal. Luego llegó la parte del aperitivo mientras nos hacíamos fotos con los invitados en el mismo jardín y así no perder tiempo en transportes, pero empezó a llover un poco y los invitados fueron pasando al salón. Aunque lloviera no queríamos quedarnos sin fotos de ese día así que en el mismo jardín improvisamos una pequeña sesión dejando para más adelante el postboda. Acto seguido entramos al salón con una canción de La la land, película que nos encanta dándolo todo y quedó francamente bien para no haberlo ensayado. Por fin llegó el turno del banquete y digo por fin porque eran las tres y si recordáis yo estaba sin comer. Nuestro menú estaba compuesto de suquet de merluza, sorbete de mandarina, confit de pato y tarta de chocolate. Cada uno de los platos estuvo anticipado por una canción importante para nosotros, I'm a believer (Eddie Murphy bso Srek), Viva la vida (coldplay), All be there for you (Rembrands) y para el corte de la tarta I lava you (corto de Pixar). Toda la música de ambiente estaba especialmente seleccionada por mi siendo bandas sonoras de películas tocadas a violín, chelo o piano (Piano guys, Taylor Davies o Lindey Stirling). Gustó mucho a los invitados ver esos pequeños detalles de cine ya que también bajo cada plato tenían un pequeño juego para que se relacionaran con el resto de invitados de otras mesas. Como cada mesa tenía el nombre de una pareja de cine (por ejemplo, Han Solo y Leia, Allie y Noha, etc.) tenían que adivinar a qué película pertenecía cada una. Además, tenían que contestar a dos preguntas más, qué pareja de cine les gustaba más y si nosotros éramos una pareja digna de un filme. La verdad es que se animó mucha gente a participar, y eso que el premio era un regalo cutre de la luna de miel (sí, recalcamos lo de cutre en las bases). En el momento de repartir la tarta después de haberla cortado nos pusieron la canción de Uptown funk (Mark Ronson) y se desató por todo el salón una conga improvisada donde terminamos casi todos bailando. Durante todos los platos fuimos pasando por las mesas para poder hablar individualmente con cada invitado ya que no íbamos a repartir los detalles, ya estaban colocados en las mesas. Cuando terminamos de saludar a todos durante los cafés yo quería repartir ya los regalos especiales pero mi ya marido me dijo que estaba un poco cansado que nos sentáramos un poco y en ese momento se levantó un invitado con micro en mano a leer un poema, bueno, entero no, una parte. La siguiente mesa ya tenía preparado otro micro y fueron relatando un párrafo un invitado de cada mesa hasta que al terminar la última le pasan el micro a mi novio que me dice que, aunque ya lo había demostrado hacía unas horas en la ceremonia me repetía una vez más y delante de todos los invitados lo mucho que me quería y su compromiso para toda la eternidad. No derramé una lágrima en toda la boda hasta ese momento, me emocioné muchísimo. Fue uno de los momentos más bonitos de todo el día. Cuando me serené repartimos los regalos especiales. No queríamos hacer distinciones entre los invitados así que dimos los que consideramos imprescindibles. Primero a nuestros padres con la canción Em dones força (Sergio Dalma) una caja experiencia del Liceo y una orquídea, la flor de mi ramo. Después dimos los novios a los siguientes en casarse, el mejor amigo de mi novio con la canción Why can't we be friends (Smash Mouth). Por último, el ramo se lo di a mi hermana que, aunque ya se haya casado ha sido y será siempre mi mejor amiga y se lo merece. Se lo di con la canción del final del Rey León ya que es especial para nosotros y se emocioné mucho, le había hecho creer que lanzaría el ramo. Cuando ya terminamos todas las entregas y pensábamos que empezaría el baile nos habían preparado varias sorpresas nuestros invitados. En un momento dado empezaron a bailar en medio de la pista tres chicas la canción Another day of sun (bso La la land, sabían que nos gustaba). Al poco se añadieron otros tres chicos y nos hicieron una coreografía preciosa y en el momento cumbre se levantaron el resto de invitados y todos estaban bailando para nosotros, fue precioso. Después nos habían preparado un vídeo de gags de nuestra familia preparándose para nuestra boda que estaba muy bien hecho y con muchos puntos de humor y referencias a cosas que nos gustan. El vídeo terminaba con unas letras que ponían "Ahora alguien va a llorar... y será la Georgina" porque soy muy llorona. En ese momento me cantaron primero mi tía y después el resto de mi familia Hasta el final del mundo (La princesa cisne) una canción que me encanta. Fue un momento precioso y como esa canción iba dirigida a mí nos pusieron en el centro de la pista y con la canción de la cantinba de Star Wars se pusieron a bailar alrededor nuestro con sables laser, narices de payaso y antifaces que fueron repartiendo a todo el mundo. Como me dijo después mi primo "para rebajar un poco el azúcar de la actuación anterior". Para terminar otro grupo de amigos nos cantaron la canción de Mamma Mia de Abba pero con la letra cambiada a Mami Ester, mi madre, como si yo le cantara a ella que le dejaba para irme con mi marido, iban vestidos de Abba y todo. En ese momento ya llegó el momento del baile y fuimos a la pista un poco nerviosos ya que no habíamos ensayado nada y no somos muy buenos bailando, pero nos da igual cómo quedara, fue un momento muy íntimo donde nos cantábamos la canción escogida al oído, Your Song versión de Ellie Goulding. Después hicimos el baile con los padres, pero sin parar el baile, es decir, no vallamos la pista para ese momento pues queríamos que fuera algo más personal que toda la gente mirándonos. Eso sí, los fotógrafos y el del vídeo estaban avisados para captar el momento. La canción fue Fly me to the moon de Frank Sinatra. El resto de la fiesta fue con una selección musical estupenda. Había música de todo y yo solo le pasé al dj cinco canciones que consideraba imprescindibles y el resto lo dejé acertadamente en sus manos. Después de tres horas de darlo todo y momentos inolvidables la fiesta terminó y los invitados hicieron un círculo para que bailásemos la última canción escogida por mi marido Mi heart will go on (Celine Dion) porque como dijo él "esto se hunde, como el Titanic". En definitiva, un día mágico y para no olvidar jamás.