La boda de Aitor y Irene en Palma De Mallorca, Islas Baleares

El día de nuestra boda

Mi boda fue casi como un sueño, no podría haber sido mejor... Empezó lloviendo, tronando y con muchos nervios, mientras me arreglaban todo fue un poco un caos, estresante y desorganizado, pero una vez salimos de casa de mis padres salió el sol y todo fue a mejor, recuerdo que mientras tronaba me llamo Antonia de la Finca Son Amora, toda preocupada conociendo como quería que fuese todo, que me hacía ilusión hacerlo al aire libre y al aire libre diluviaba... ¿Qué hacemos? ¡No podemos retrasarlo más! ¿Y qué hacemos? ¡Contra el tiempo hay poco que hacer!

Para mi sorpresa al llegar a la finca me habían montado la ceremonia fuera, tal y como yo quería, no me lo podía creer, el ceremoniante fue espectacular, todo el mundo preguntó por él, fue una ceremonia bonita, entretenida, divertida, la palabra es perfecta.

Luego nos fuimos con el equipo de fotografía, que no nos secuestraron mucho tiempo, estuvo muy bien, en la finca tengo que decir que volvería mil veces por lo bonito de la decoración, lo fácil que me lo pusieron todo desde el minuto 1 y lo buenísima que estaba la comida, la gente en el aperitivo ya nos decía como la comida sea así no podré comer en un mes de bueno que estaba todo y cantidades generosas.