La boda de Adrián y Lucía en Castelló/castellón De La Plana, Castellón

Cuando salimos nos esperaban todos haciendo pompas de jabón (quedaron unas fotos preciosas), se acercaron muchos de los invitados a darnos la enhorabuena y de ahí, ellos se fueron al restaurante Fuente la Reina a empezar con el cóctel y nosotros nos fuimos con Jorge y Ernest a hacernos fotos a la ermita de la Magdalena.

Una vez acabamos la sesión de fotos, nos unimos a los invitados en el restaurante. Nos recibieron con una traca (que puso mi hermano y uno de mis primos) y brindamos con un champán que me encantó. Comimos lo que pudimos del cóctel ya que no paramos de saludar a gente mientras escuchábamos bandas sonoras de películas puestas por Alexis de Vilacustic, que amenizó todo el día.

Al poco entramos en el salón bailando y los invitados de pie con las servilletas en el aire, me emocionó verlos a todos allí y volvimos a brindar con ellos.

El banquete fue genial, una comida espectacular (todo sin gluten) y los momentos que elegimos para dar los regalos a las damas, padres y abuelos, junto con las canciones... Inmejorables.

Y llegó el momento del baile, Adrián atacado de los nervios y yo emocionada de bailar con él. Cuando acabó y empezó el baile no me podía creer todo lo que había pasado y lo rápido. Pero aún quedaba alguna sorpresa más: Adrián no se esperaba el Renault 4 que le regalé ni yo me esperaba a los bailarines con los que me sorprendieron mis damas.

Cuando llegó la hora de irnos, no me lo podía creer, todo había pasado ya. Cuántas emociones, cuántos momentos, no se puede explicar si no se vive.

Aunque aún faltaba la noche de bodas en el hotel Luz y la inolvidable luna de miel por Chicago, Nueva York, Niagara y Washington.