La boda de Abraham y Verónica en Redondela, Pontevedra
Rústicas Otoño Morado 2 profesionales
A&V
05 Oct, 2014El día de nuestra boda
A solo unos días de nuestra boda, hoy la veo como un sueño, un sueño hecho realidad.
Comencé el día con nervios, imagino que como todas, no podía probar bocado. Había estado preocupadísima por el tiempo, ya que había llovido a cantaros toda la semana, pero ese día amaneció precioso (eso me tranquilizó un poco). Hacía una temperatura estupenda y los rayos del sol empezaban a asomar. A partir de ese momento comenzó la locura.
Mi madre, mi sobrina (que había dormido conmigo) y yo bajamos a la “pelu”. Allí la verdad es que lo pasamos bastante bien entre bromas y anécdotas de las ya casadas. También llegó mi florista con la corona de flores para mi sobrina, los prendidos y mi ramo, una auténtica maravilla.
Yo todavía no había hablado con mi chico, que también había tenido la compañía nocturna de mi ahijado, "por si se te escapa madrina", pero ya habíamos acordado que no nos hablaríamos hasta el altar.
Sobre las 12 de la mañana salimos de la “pelu”, ya estaba allí mi padre esperándonos para llevarnos a Casona da Torre. Mientras íbamos de camino, la verdad es que me parecía que el tiempo se había ralentizado. Estaba deseando llegar y ver la finca, lo bonita que la habían dejado, ver los jardines y todas las sorpresas preparadas para los invitados.
Seguir leyendo »A las 12,30 en punto entré en la finca, ¡estaba espectacular! Mi madre avisó al novio para que subiese a su habitación y así no poder cruzarnos e hice un pequeño recorrido por las instalaciones. Estaba encantada de lo bonito que había quedado todo.
Los fotógrafos ya habían sacado fotos de todos los detalles e iban a empezar con el novio, así que yo también subí a vestirme.
Después de las fotos, cuando ya me di cuenta, nuestros invitados estaban en los jardines tomando un cóctel de bienvenida. Se acercaba la hora, mis nervios estaban a flor de piel y mi padre intentaba tranquilizarme (aunque creo que él todavía estaba más nervioso que yo).
De repente hoy la música de entrada de mi ya marido y me avisaron para salir, mi nivel de nervios se disparó, mis piernas parecían dos ramitas frágiles. Sonó mi música de entrada y comenzamos a andar por el pasillo central, fue ver a mi marido y sentirme relajada y feliz. ¡Por fin estábamos allí!
La ceremonia fue muy emotiva, leyeron mis dos mejores amigas y hubo lágrimas y risas de felicidad. La verdad es que ahora con un poco de distancia hubo momentos de los que no fui muy consciente, por los nervios y por la emoción que me hicieron sentir.
Después de la lluvia de arroz y pétalos y de las fotos de rigor con todos los invitados, ahí si ya estábamos súper relajados.
Durante la comida charlamos todos animadamente y la verdad es que nuestros amigos estaban bastante nerviosos porque llevábamos todo el año diciéndoles que teníamos sorpresas de todo tipo preparadas para ellos, así que nosotros nos lo pasamos pipa viendo sus caras cada vez que nos acercábamos o nos levantábamos.
Después de corte de la tarta, llegó su momento tan temido. Comenzamos repartiendo dos parejitas de novios a mi hermano y su novia y a unos amigos nuestros (supuestamente no se lo esperaban, ¡no me creo nada!). Seguimos con la liga, para ello mi marido se levantó, movió una silla y me llamó con el dedo mientras sonaba "I feel good" haciendo una especie de coreografía que no habíamos ensayado, pero que quedó genial. Fuimos por todos nuestros invitados con la liga en la mano y se la regalamos a otra parejita para ver si dan el paso.
Por último y para mí más importante (y esto sí que no se lo esperaba, ya que pensó que lo iba a conservar), mientras sonaba "My girl" cogí mi ramo y se lo entregué a una de mis mejores amigas que me ha ayudado en todo desde que nos conocemos. Su cara fue lo que más ilusión me hizo, la vi feliz, nunca se lo hubiese esperado. Solo pude decirle, "Te lo mereces. Te quiero" y empezamos a llorar las dos abrazadas.
Después de esto otra amiga nos puso una proyección y nos regaló unas fofuchas, ¡otra llorera!
Llegó el tan temido momento baile de mi marido, no tiene mucho ritmo el pobre y lo habíamos ensayado un par de veces en casa. Empezó a sonar una de nuestras canciones favoritas "I dont want to miss a thing" de Aerosmith (Armageddon) y todo surgió sin más. Bailamos y hasta me hizo girar un par de veces, nuestros amigos pensaron que habíamos ido a clases. Todo un éxito, ahora no para de repetir "¡Qué bien bailamos!".
Y después sí que sí comenzó la fiesta. Teníamos preparados carteles, accesorios, candy y cigar Bar y todo el ritmo y las ganas que llevábamos acumuladas durante el año de preparación.
Todos disfrutamos hasta altas horas de la madrugada y algunos hasta el día siguiente. ¡Un día que nunca olvidaremos!
Servicios y Profesionales de la Boda de Abraham y Verónica
Otras bodas en Casona da Torre - El Molino Vigo
Ver todas
Otras bodas en Pontevedra
Ver todas
Balneario de Mondariz
Balneario de Mondariz
Casona da Torre - El Molino Vigo
Inspírate con estas bodas
4 comentarios
Deja tu comentario