La boda de Abel y Cristina en Las Gabias, Granada

A las 4 menos algo llegó mi hermano que me traía el ramo, ¡y yo estaba en bata!, así que en bata me hice la foto con mi hermano. Me vestí y a las 4:20 o así salimos de mi casa porque mi madre quería salir antes con lo del lío de las vírgenes que había el 18 de mayo, y a las menos veinticinco ya estaba allí así que estuvimos dando vueltas.

El novio decidió llegar a las 5 en punto, ¡lo iba a matar! Al llegar, mi sobrino que venía conmigo en el coche, me abrió la puerta y me llevó hasta la entrada donde estaba mi padre esperándome para entrar, ¡fue super bonito! Entré y allí estaba tan guapo esperándome. Ya sí me puse super nerviosa y todo el mundo me decía qué guapa estaba y más me emocionaba.

La ceremonia super bien y cuando salimos miles de fotos y besos, miles con todo el mundo. Nos subimos en el coche y nos fuimos con mi madre a la Alhambra que teníamos las entradas. Llegamos tirando de vestido, toda la gente mirándonos y haciéndonos fotos. Llegamos a la cola de los palacios y una niña se hizo una foto conmigo porque decía que era como las princesas de cuento... ¡Me la iba a comer! Pero no fue la única porque todos los niños que me veían me decían lo mismo e iba más ancha que pancha. Durante las fotos me lo pasé super bien y mi madre estaba todo el rato llamando a la gente al hotel para ver cómo estaban. ¡Estas madres…!

Llegamos al hotel y nos recibió el maître, nos puso algo de beber y de picar para que mientras, los invitados se colocasen en las mesas hasta que llegáramos nosotros. La entrada al restaurante no lo puedo explicar, fue super bonito, me puse a llorar porque había mucha gente super importante y diciéndonos cosas. Brindamos con los padres y ya nos sentamos a comer. ¡Estaba todo super bueno! Entre plato y plato le regalé a mi marido una espada de la serie de Juego de Tronos y él a mí me regaló las entradas para el concierto de Pablo Alborán en Málaga. También entregué los ramos de fieltro que había hecho y las ligas y nos lo pasamos super bien porque para los ramos las iba llamando de una en una y tenían que venir hasta donde yo estaba con el dj y así lucían los vestidos.

Luego en el baile de los novios estábamos bailando tan bonito y de repente mi marido se separa de mí y se pone a bailar con mi sobrina grande y le digo: “¿qué haces?”, y me dice “hacer un baile distinto a las demás bodas”. Empieza la barra libre y un desfase…eso fue lo mejor. Yo a las 5 de la mañana me quité el vestido y me puse la ropa que tenía para el día siguiente. No podía bailar bien por el cancán ya que el aro estaba doblado por todo el trajín de todo el día, así que bajé cambiada y la gente se reía pero me decían que había hecho bien porque si la novia no disfruta ese día quién lo va a hacer. Me puse mi liga en la pierna encima del pantalón para diferenciarme y acabamos la última hora de barra libre 6 personas, los borrachos de la boda. A las 6:30 o así nos fuimos a dormir.

No cambiaría ningún detalle de mi boda por nada del mundo, salió todo super bien. Bueno, lo único que cambiaría es que me tenía que haber llevado un vestido blanco para cuando me quité el vestido pero como no tenía pensado quitármelo...

Espero que os haya gustado porque yo he recordado muchas cosas escribiéndolo.