Disfrutamos de un cocktail y un banquete increíbles , la recena espectacular también. Tato es un gran profesional y siempre esta a la altura de la situación. Muy recomendable.

Tato llevó el catering de nuestra boda en la Finca la Pinada, 180 invitados. Todo fue perfecto, la comida abundante y deliciosa, tanto el cóctel como el banquete. El cóctel llevaba arroz al estilo Tato, hecho en el momento por él mismo. Buenísimo. Creo que voy a soñar con los trampantojos de solomillo. En el banquete llevábamos carrillera, y aunque nuestros invitados ya no podían más, hubo quien repitió. El personal estupendo y Tato encantador. De 10.

En primer lugar decir que la calidad de la atención de los camareros fue magnífica, tanto con nosotros como con nuestros invitados. Respecto del menú, estuvo bastante bien, aunque hubo platos que no dieron la talla (unas alcachofas quemadas, sin ir más lejos).
El verdadero problema que tuvimos en nuestro caso, que celebramos la boda en una finca con exclusividad de este catering, es que contratas con J., y te atiende su mujer, Y., con la que no tienes trato hasta unos meses antes de la boda, y que es todo lo contrario a su marido. Mientras que con J. todo tiene solución y se muestra dispuesto a hacer lo que haga falta para que el día sea un éxito, Y. es una pared con la que chocar de forma constante.
En nuestro caso, nos garantizaron a la hora de firmar el contrato que J. estaría el día de nuestra boda como máximo responsable. Sin embargo, 3 días antes de la boda, Y. nos comunicó que J. no iba a asistir.
Teóricamente, atendiendo a la inflexibilidad que caracterizó a Y. durante todo el proceso para respetar las horas y llevar una buena planificación, deberíamos haber terminado la cena a las 12.30, teniendo por tanto unas 4,5 horas de barra libre (hasta las 5am, como reflejaba nuestro contrato). Sin embargo, la cena terminó pasadas las 2.30 de la mañana, por lo que perdimos más de 2 horas de la barra libre ya pagada. Además, el hecho de que J. no estuviera, facilitó que incumplieran su palabra, puesto que nos habían garantizado que en el caso de que hubiera más de 50 invitados a las 5am, la ampliación de horario sería posible. Por el contrario, en lugar de posibilitar esta ampliación y broche de oro a nuestro día, tuvieron al novio más de una hora intentando negociar con Y. para que finalmente se la negara. Durante esa hora, el novio estuvo en la puerta de la barra mientras Y. se dedicaba a darle largas y encargarse de asuntos "urgentes" para no atenderlo.
En conclusión, un día magnífico, pero con un final extraordinariamente desagradable protagonizado por Y. Por lo que si vais, mucho cuidado con ella.

Está muy bien todo, el servicio, etc. ¡Es recomendable! Excepto por la hora de recogida que es muy rápida y no da tiempo a compartir en las mesas. Por lo demás; ¡comida y camareros muy bien! La decoración genial, todo como lo habíamos hablado y el precio muy bueno.