Todas las claves para tomar el sol con precaución
Seguro que el día B deseáis lucir radiantes… ¡y muy morenos! Sin embargo, no conviene dejarse llevar por las prisas. Usar protección es imprescindible para tomar el sol con seguridad y garantizar un bronceado uniforme. ¡Pero aún hay más!
Es indiscutible que una piel morena resulta atractiva y que puede favorecer mucho el outfit de la boda, ya que resalta el blanco del vestido de novia y enmarca el contorno facial para suavizar los tonos del maquillaje y potenciar el peinado para bodas. Y lo mismo ocurre con los protagonistas del gran día, pues con un bronceado saludable lucirán mejor el traje de novio, sea cuál sea su color. Pero antes de que os lancéis a tomar el sol sin más, es importante destacar que los rayos del astro rey también pueden resultar muy perjudiciales para vuestra piel. Así que atentos a estas claves... ¡y a lucir increíbles en vuestra gran cita nupcial se ha dicho!
¿Cuál es vuestro fototipo de piel?
Los protectores solares absorben, reflejan o aíslan la radiación UVA o UVB, previniendo daños en la piel. Para elegir uno que os resulte adecuado, debéis tener en cuenta el fototipo de piel que tenéis. Los existentes van desde el I hasta el VI.
El fototipo I corresponde a pieles muy claras, a veces con pecas. Así que si vuestro color de pelo es rojizo y tenéis los ojos azules, este es el vuestro. El II, por su parte, pertenece a los cabellos rubios y pelirrojos, y a los ojos verdes o azules, pero sin pecas. El fototipo III es el paradigmático caucasiano: tiene más punto de bronceado. El IV, por su parte, es similar al anterior pero se broncea con más facilidad y tiene un color de cabello castaño oscuro. A su vez, el V corresponde a pieles más oscuras, típicas de hindúes e indios americanos, de cabello también muy oscuro. Y, por último, el VI es el de pieles y cabello negros.
¿Qué es el FPS?
El FPS es el factor de protección, un índice que indica el tiempo que se puede pasar al sol sin riesgo de quemarse, dependiendo del fototipo de piel que se tenga. Y es que al igual que les pasa a las coronas de flores, con demasiado sol y poco agua la piel se estropea y daña con más facilidad. Por eso, si una persona de piel clara puede estar 8 minutos al sol sin riesgo de quemaduras, un FPS 20 aumenta en 20 veces su protección frente a los rayos UVA.
Una vez que hayáis localizado vuestro fototipo, apuntad: para los I y II se recomienda un FPS 50. Para los III y IV, un 30-50. Y para los V e incluso VI, un 15-20. A pesar de que el tono natural de la piel actúa como barrera para las quemaduras, es conveniente protegerse siempre.
¿Protector o aceite?
La crema busca proteger la piel en primer lugar, mientras que el aceite bronceador persigue conseguir el moreno más fácilmente. Por eso, los primeros son de amplio espectro, para aislar de los rayos UVA, mientras que los segundos reducen el FPS y añaden ingredientes humectantes, para captar el agua de la piel y del medio, y vitaminas como los carotenos.
Por eso, si elegís un aceite bronceador, aseguraros de no exponeros al sol demasiado tiempo y no lo uséis siempre. Os recomendamos que en las primeras exposiciones uséis crema protectora, para evitar el impacto sobre la piel más clara del invierno. Abandonad los abrigos de fiesta y el tono claro progresivamente. Vuestra piel os lo agradecerá. Sobre todo a largo plazo.
¿Cuánto tiempo podemos exponernos al sol?
El sol hace muchas cosas por nosotros y seguro que lo esperáis con deseo para que vuestras ideas divertidas para bodas salgan a las mil maravillas. Pero ya sabéis que la dosis diaria de vitamina C que proviene del sol varía según la intensidad de los rayos UVA. Por eso, 30 minutos bajo el sol en verano bastan para quemarse. En los meses de primavera-verano, solo necesitamos 10 minutos al día para cubrir las necesidades vitamínicas, mientras que en otoño-invierno, en cambio, precisamos 130 minutos. La diferencia es grande, ¿verdad?
En cualquier caso, acordaos de aplicar el protector media hora antes de exponeros al sol y recordad que el moreno que permanece es el de los rayos UVA, mientras que los rayos UVB producen moreno de primer impacto que luego desaparece y causa quemaduras. Así que id despacio, bien protegidos y aumentad progresivamente la exposición al sol según cómo reaccione vuestra piel. Así podrás lucir ese maravilloso vestido de novia corto con un moreno homogéneo y bonito.
¿Las exfoliaciones son convenientes para el bronceado?
Las exfoliaciones no dañan la capa del moreno, sino que eliminan la capa de melanocitos muertos que se retiran a la capa cornea de la piel cuando esta se renueva y dejan de cumplir su función protectora. Por eso, si cada 2 o 3 semanas exfoliáis vuestra piel, o aseguraréis de que el moreno sea uniforme.
No habrá mejor regalo para vuestra piel que cuidarla y protegerla de la fuerza de los rayos solares. ¡Ni siquiera los detalles de boda pueden igualar semejante presente! Aconsejadlo también a los invitados para que en vuestra gran cita nupcial luzcan sus increíbles vestidos de fiesta de forma saludable.