Tipos de mesas presidenciales
¿Pensando en cómo queréis que sea la mesa presidencial el día de vuestra boda? Tanto si deseáis compartirla con el cortejo nupcial como si preferís estar solos, os damos todas las claves para acertar en su elección. ¡No es quedará ninguna duda!
Decidir cómo será la mesa presidencial, en la que se sentarán los novios durante el banquete tras su entrada triunfal al son de las canciones de boda elegidas para la ocasión, determinará el modo de disponer el resto de las mesas y el ambiente que se respirará durante la celebración. También es fundamental que decidáis cómo va a ser la mesa presidencial para poder poner en práctica vuestras ideas originales para bodas en lo que a estilo y decoración se refiere. ¿Indecisos sobre cuál de las diferentes opciones elegir? No os perdáis este práctico recopilatorio con las distintas posibilidades y... ¡acertad de lleno el gran día!
Mesa en forma de media luna
En una recepción nupcial tradicional lo habitual es encontrar una mesa principal integrada por 6 asientos y situada en la parte frontal del salón o lugar de celebración. En ella se sientan los novios y su cortejo, por lo general los padres de ambos contrayentes, si bien en algunos casos también pueden integrarlo los hermanos, los abuelos o lo amigos más íntimos de la pareja. Si os seduce esta opción pero queréis darle un toque diferenciador, ¿qué os parece esta fantástica idea de decoración para la boda? A partir de una mesa con forma de media luna, en la que se distribuyen los distintos asientos, reemplazad las sillas de los novios por un asiento doble de forma que los dos estéis juntos, por ejemplo, en un sofá vintage. Otra opción igual de válida consiste en recurrir a dos butacas bien diferenciadas en cuanto a formato, tamaño y materiales. No cabrá duda de que es la mesa de los dos protagonistas del enlace ni de cuáles son sus lugares preferentes.
Mesa Real
La mesa presidencial también puede disponerse de forma que los comensales estén sentados solamente a un lado de la mesa, de cara al resto de los invitados, aunque este tipo de disposición se recomienda únicamente en espacios muy amplios. Además de ser una forma muy vistosa de disponer la mesa principal, tiene la ventaja de que los novios tienen una visión general de todo lo que acontece durante el banquete, al tiempo que pueden admirar los trajes de fiesta de sus seres queridos. En este caso, los novios se sientan en la parte central, para que todo el mundo pueda admirar el vestido de novia de corte sirena y no perderse detalle de los discursos y anécdotas que vayan sucediendo a lo largo de la jornada.
Mesa íntima
Cada vez son más las parejas que deciden disponer una mesa para dos en el centro del salón o del espacio de celebración, para tener algunos momentos de intimidad durante el banquete y poder charlar tranquilamente entre ellos. Se trata de una opción muy común cuando falta alguno de los progenitores o cuando los padres están separados y existen desavenencias entre ellos.
Mesas redondas
Las ventajas de las mesas circulares también son numerosas. Por un lado, facilitan que sus comensales puedan hablar entre ellos de forma mucho más cómoda y, por otro, favorece que los invitados vean perfectamente a los novios, ya sea en el momento del brindis o mientras se besan al son de las mejores canciones románticas para bodas. Asimismo, sacan el máximo partido al espacio disponible. Por contra, y si bien la tendencia general era situar estas mesas en uno de los laterales del lugar de celebración, hoy en día se apuesta más por colocarlas en el centro del mismo, de forma que los recién casados se sientan perfectamente integrados con sus seres queridos.
Mesas rectangulares
Son la última tendencia en lo que a mesas nupciales se refiere. De hecho, no se trata de una mesa presidencial en sí, sino que los novios se sientan junto con el resto de invitados en grandes mesas corridas, lo que favorece que se puedan relacionar con sus seres queridos también durante el banquete. Se trata de una opción muy común en enlaces informales y en celebraciones rústicas o campestres, que tienen lugar al aire libre.
Una vez hayáis decidido el tipo de mesa presidencial que mejor va tanto con vuestros gustos como con el lugar del banquete, ya podréis distribuir el resto de las mesas y situar en ellas a quienes recibieron vuestras invitaciones de boda. El siguiente paso será escoger los elementos que darán forma a los centros florales y decidir si estos armonizan o, por el contrario, crean un interesante contraste con el ramo de novia y el resto de detalles decorativos. La decisión es solo vuestra.