Tipos de banquete de boda según la ceremonia
Las distintas ceremonias que se celebran hoy en día dan lugar a otros tantos banquetes acordes con la ocasión. Si ya habéis decidido cómo será la vuestra aquí tenéis las claves para definir vuestro banquete perfecto.
Hoy en día podemos celebrar la boda de nuestros sueños y con ella, el banquete de boda que más se adapte a nuestros gustos y nuestro bolsillo. Hacemos un repaso por algunos de los tipos de ceremonia más comunes y sus posibles banquetes.
- Empezamos por la ceremonia tradicional, que suele venir acompañada de un banquete igual de tradicional. Se celebra en un restaurante y consta de una copa de bienvenida y un gran aperitivo en el exterior del salón. A continuación los invitados se dirigen a sus mesas y se sirve un primer plato, sorbete, segundo plato, a veces hasta un tercero, en algunos casos postre y por último, la tarta nupcial. Durante el baile, tras la barra libre y cuando la comida ya ha bajado, se sirve un poco algo salado como bocadillitos o algo dulce como chocolate con churros para poder seguir aguantando la fiesta hasta altas horas.
- Si la boda es al aire libre, por ejemplo una ceremonia en el campo o en la playa, os recomendamos un banquete de estilo buffet. La comida se distribuye en varias mesas o en una dejando otras con sillas libres para que cada uno se siente donde quiera. Es un tipo de banquete más informal que permite a todos los invitados conversar y relacionarse entre sí sin el encasillamiento de las mesas numeradas y los seatting plan.
- Si la ceremonia es de noche en una playa por ejemplo, podéis optar por un banquete más ligero que conste de un pequeño aperitivo, un segundo plato y la tarta nupcial. Con el calor comemos menos y siendo de noche, no apetece darse un atracón.
- Por último, si os habéis decidido por una boda low cost, os recomendamos celebrar el banquete con un cóctel, un aperitivo, una merienda o un pequeño picnic para agradecer a vuestros invitados su presencia. En este caso, os recomendamos dejar muy claro este punto en las invitaciones para no dar lugar a confusiones entre los asistentes.
Lo que cuenta es compartir la felicidad que sentimos ese día, hacedlo según vuestro estilo y dentro de vuestras posibilidades sin perder de vista qué es lo importante.