10 textos para la segunda lectura de una boda religiosa católica
Las ceremonias en la iglesia tienen una liturgia específica. Así que, si estáis buscando algunos ejemplos de textos para la segunda lectura de una boda religiosa, no os perdáis esta selección. ¡Podréis personalizar al máximo este momento!
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Si vuestra boda será por la iglesia, deberéis seleccionar cuáles serán las diferentes lecturas para boda religiosa católica que se harán. Y mientras la primera solo puede formar parte del Antiguo Testamento, la segunda lectura de la boda suele ser una carta apostólica, como la conocida carta de San Pablo a los Corintios. Seguro que entre las siguientes propuestas encontráis la que más os gusta y la que mejor transmite los valores y sentimientos que os han llevado hasta el altar, y que no faltarán en vuestro matrimonio. Así que tomad buena nota de estas propuestas de textos para la segunda lectura de una boda religiosa.
- ¿Qué hay que tener en cuenta al elegir las lecturas de una boda católica?
- Textos bíblicos de matrimonio para la segunda lectura de una boda religiosa
¿Qué hay que tener en cuenta al elegir las lecturas de una boda católica?
Lo primero que debéis tener en cuenta es que cada templo tiene sus propias reglas y que ellos tienen la última palabra. ¿Qué significa esto? Que es importante que no olvidéis comentar vuestra elección con el párroco de la iglesia para aseguraros de que todo sea correcto, ya que no todos dejan que sean los contrayentes los que escojan esta segunda lectura de boda religiosa ni la primera.
También es muy importante que recordéis este punto: así como la primera lectura de una ceremonia religiosa de matrimonio católico se toma del Antiguo Testamento, las segundas lecturas para bodas religiosas deben ser del Nuevo Testamento.
Y otro aspecto determinante: ni en la primera ni en la segunda lectura no podéis cambiar ni adaptar nada, sino que la lectura debe citar exactamente las palabras de la Biblia. Aseguraos, asimismo, que el ejemplar que consultéis sea de una Biblia oficial, sobre todo si vuestra búsqueda es online.
Textos bíblicos de matrimonio para la segunda lectura de una boda religiosa
Entre las lecturas para bodas católicas es posible encontrar muchas que hablan del amor. Un amor que, como el vuestro, es firme, es robusto y es indestructible. Así que tomad buena nota de estas propuestas para la ceremonia de matrimonio religioso. Entre estas lecturas para bodas religiosas no os faltarán ideas.
1. Lectura de la Primera Carta de San Pablo a los Corintios 12,31-13, 8a
"Hermanos: ambicionad los carismas mejores. Y aún os voy a mostrar un camino mejor. Ya podría yo hablar las lenguas de los hombres y de los ángeles; si no tengo amor, no soy más que un metal que resuena o unos platillos que aturden. Ya podría tener el don de la predicción y conocer todos los secretos y todo el saber; podría tener una fe como para mover montañas; si no tengo amor, no soy nada. Podría repartir en limosnas todo lo que tengo y aun dejarme quemar vivo; si no tengo amor, de nada me sirve. El amor es comprensivo, el amor es servicial y no tiene envidia; el amor no presume ni se engríe; no es mal educado ni egoísta; no se irrita, no lleva cuentas del mal; no se alegra de la injusticia, sino que goza con la verdad. Disculpa sin límites, crece sin límites, espera sin límites, aguanta sin límites. El amor no pasa nunca".
2. Lectura de la Primera Carta del apóstol San Juan Jn 4, 7-12
"Queridos hermanos: amémonos unos a otros, ya que el amor es de Dios, y todo el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios. Quien no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor. En esto se manifestó el amor que Dios nos tiene: en que Dios envío al mundo a su hijo único para que vivamos por medio de él. En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y nos envió a su hijo como propiciación por nuestros pecados. Queridos, si Dios nos amó de esta manera, también nosotros debemos amarnos unos a otros. A Dios nadie lo ha visto nunca. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros y su amor ha llegado a nosotros en plenitud".
3. Lectura del Libro del Apocalipsis Ap 19, 1,5-9a
"Yo, Juan, oí en el cielo como un gran ruido de muchedumbre inmensa que decía: "Aleluya. La salvación y la gloria y el poder son de nuestro Dios". Y salió una voz del trono que decía: "Alabad a nuestro Dios todos sus siervos y los que le teméis, pequeños y grandes". Y oí como el ruido de muchedumbre inmensa y como el ruido de grandes aguas y como el fragor de fuertes truenos. Y decían: "Aleluya. Porque ha establecido su reinado el Señor, y nuestro Dios todopoderoso. Con alegría y regocijo démosle gloria, porque han llegado las bodas del Cordero, y su esposa se ha engalanado y se le ha concedido vestirse de lino deslumbrante de blancura –el lino son las buenas acciones de los santos–." Luego me dice: "Escribe: dichosos los invitados al banquete de bodas del Cordero".
4. Lectura de la Carta del apóstol San Pablo a los Romanos 15, 1b-3a. 5-7. 13
"Debemos no buscar nuestro propio agrado. Que cada uno de nosotros trate de ganar a su prójimo para el bien, buscando su edificación; pues tampoco Cristo buscó su propio agrado. Y el Dios de la paciencia y del consuelo os conceda tener los unos para con los otros los mismos sentimientos, según Cristo Jesús, para que unánimes, a una voz, glorifiquéis al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo. Por tanto, acogeos mutuamente como os acogió Cristo para gloria de Dios. El Dios de la esperanza os colme de todo gozo y paz en vuestra fe, hasta rebosar de esperanza por la fuerza del Espíritu Santo".
5. Lectura de la Carta del apóstol San Pablo a los Efesios Ef 5, 2a. 21-33
"Hermanos: Vivid en el amor como Cristo nos amó y se entregó por nosotros a Dios. Maridos, amad a vuestras mujeres como Cristo amó a su Iglesia. Él se entregó a sí mismo por ella, para consagrarla, purificándola con el baño del agua y la palabra, y para colocarla ante sí gloriosa, la Iglesia, sin mancha ni arruga ni nada semejante, sino santa e inmaculada. Así deben también los maridos amar a sus mujeres, como cuerpos suyos que son. Amar a su mujer es amarse a sí mismo. Pues nadie jamás ha odiado su propia carne, sino que le da alimento y calor, como Cristo hace con la Iglesia, porque somos miembros de su cuerpo. "Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer y serán los dos una sola carne". Es este un gran misterio: y yo lo refiero a Cristo y a la Iglesia. En una palabra, que cada uno de vosotros ame a su mujer como a sí mismo, y que la mujer respete al marido".
6. Lectura de la Carta del apóstol San Pablo a los Filipenses 4, 4-9
"Hermanos: Estad siempre alegres en el Señor; os lo repito, estad alegres. Que vuestra mesura la conozca todo el mundo. El Señor está cerca. Nada os preocupe; sino que, en toda ocasión, en la oración y súplica con acción de gracias, vuestras peticiones sean presentadas a Dios. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo juicio, custodiará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús. Finalmente, hermanos, todo lo que es verdadero, noble, justo, puro, amable, laudable; todo lo que es virtud o mérito, tenedlo en cuenta. Y lo que aprendisteis, recibisteis, oísteis y visteis en mí, ponedlo por obra. Y el Dios de la paz estará con vosotros".
7. Lectura de la Carta del apóstol San Pablo a los Colosenses 3, 12-17
"Hermanos: Como elegidos de Dios, Santos y amados, vestíos de la misericordia entrañable, bondad, humildad, dulzura, comprensión. Sobrellevaos mutuamente y perdonaos, cuando alguno tenga quejas contra otro. El Señor os ha perdonado: haced vosotros lo mismo. Y por encima de todo esto, el amor, que es el ceñidor de la unidad consumada. Que la paz de Cristo actúe de árbitro en vuestro corazón; a ella habéis sido convocados, en un solo cuerpo. Y sed agradecidos. La palabra de Cristo habite en vosotros en toda su riqueza; enseñaos unos a otros con toda sabiduría; corregíos mutuamente. Cantad a Dios, dalle gracias de corazón, con salmos, himnos y cánticos inspirados. Y, todo lo que de palabra o de obra realicéis, sea todo en nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él".
8. Lectura de la Carta del apóstol San Pablo a los Hebreos 13, 1-8
"Hermanos: Conservad el amor fraterno y no olvidéis la hospitalidad: por ella algunos recibieron sin saberlo la visita de unos ángeles. Acordaos de los que están presos como si estuvierais presos con ellos; de los que son maltratados como si estuvierais en su carne. Que todos respeten el matrimonio. Vivid sin ansia de dinero, contentándoos con lo que tengáis, pues él mismo dijo: "Nunca te dejaré ni te abandonaré"; "El Señor es mi auxilio: nada temo; ¿qué podrá hacerme el hombre? Acordaos de vuestros guías, que os anunciaron la palabra de Dios; fijaos en el desenlace de su vida e imitad su fe. Jesucristo es el mismo ayer y hoy y siempre.".
9. Lectura de la Primera Carta del Apóstol San Juan Jn 3, 18-24
"Hijos míos, no amemos de palabra ni de boca, sino con obras según la verdad. En esto conoceremos que somos de verdad y tranquilizaremos nuestra conciencia ante él, en caso de que nos condene nuestra conciencia; pues Dios es mayor que nuestra conciencia y conoce todo. Queridos, si la conciencia no nos condena, tenemos plena confianza ante Dios y cuanto pidamos lo recibiremos de él. Porque guardamos sus mandamientos y hacemos lo que le agrada. Y este es su mandamiento: que creamos en el nombre de su hijo, Jesucristo, y que nos amemos unos a otros, tal como nos lo mandó. Quien guarda sus mandamientos permanece en Dios, y Dios en él; en esto conocemos que permanece en nosotros: por el Espíritu que nos dio".
¿Qué os han parecido estos textos para la segunda lectura de una boda religiosa católica que forman parte de la tradición eclesiástica? Si queréis que vuestros invitados no pierdan detalle de la elegida ni del resto de lecturas de boda religiosa católica que tengan lugar durante la ceremonia, incluid misales en vuestra mágica jornada nupcial. Así podrán seguir sin problema las diferentes lecturas de amor para bodas religiosas. ¡Un detalle de lo más práctico!
10. Carta del apóstol San Pablo a los efesios (Ef 4, 1-6)
Os exhorto, pues, yo, preso por el Señor, a que viváis de una manera digna de la vocación con que habéis sido llamados, con toda humildad, mansedumbre y paciencia, soportándoos unos a otros por amor, poniendo empeño en conservar la unidad del Espíritu con el vínculo de la paz. Un solo Cuerpo y un solo Espíritu, como una es la esperanza a que habéis sido llamados. Un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo, un solo Dios y Padre de todos, que está sobre todos, por todos y en todos. A cada uno de nosotros le ha sido concedido el favor divino a la medida de los dones de Cristo.
¿Tenéis ya claro cuál será el texto para la segunda lectura de una boda religiosa que elegiréis? ¡Es hora de ir ultimando detalles! Y por si queréis descubrir más cosas de las bodas religiosas, no perdáis detalle de estos otros artículos.
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