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Bodas

Solo necesitas tres meses de convivencia para saber si tu relación tiene futuro

Los investigadores Claire Kamp y John Gottman han llegado a las siguientes conclusiones a través de estudios elaborados en diferentes épocas.

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tres meses para saber si la relacion tiene futuro
Candice Picard Unsplash

tres meses para saber si la relacion tiene futuro
Candice Picard Unsplash

La ciencia, una vez más, ha añadido datos, números e hipótesis a un tema más bien sentimental. Pero esta vez tiene sentido: una vez superado el momento de enamorarse, con la convivencia como escenario principal, la cosa se complica; en estos momentos entra en juego la logística y no caben medias tintas. En esos primeros días de convivencia, 100 para ser más exactos, se diseña el mapa de la relación seria; es ahí donde la ciencia tiene mucho que decir. Claire Kamp, socióloga de la Universidad de Ohio, y John Gottman, experto en parejas y autor de Siete reglas de oro para vivir en pareja, nos ponen al día.

Diferenciar entre la pasión y la vida real

Llegar a casa con una persona a tope de fuego, desnudarse de camino al dormitorio, tirar una lámpara y no dejar de besarse y de tocarse son cosas habituales cuando el instinto animal y sexual salen a pasear. A eso se le llama pasión y rezarás porque continúe el mayor tiempo posible. De hecho, ese conglomerado cósmico de ropa por el suelo, sudor, falta de decoro y sábanas desordenadas será una señal inequívoca de que el asunto ha empezado bien. Aunque después de un tiempo ese desorden podría volverte loco/a, pues la relación, en un estadio donde la pasión existe, pero no es lo principal, se rige por una serie de normas para que el hogar familiar parezca una casa decente. Ese tipo de situaciones desembocan en discusiones. A esto se le llama relación. 

Discusiones

Claire Kamp y su equipo de la Universidad de Ohio realizaron una investigación que empezó en los años 80, pero que puso las bases de una teoría muy interesante. Se llegó a la conclusión de que casi todo se basa en las discusiones. No te equivoques, como las brujas, "haberlas haylas", pero la forma de afrontarlas será clave en tu vida marital. "Los esposos, que asumían desde el principio una toma de decisión desigual, tenían mayores probabilidades de presentar mayor conflicto marital", explicó Kamp.

Ante la pregunta sobre la frecuencia de las discusiones, los entrevistados tenían las siguientes opciones: jamás, rara vez, a veces, a menudo o muy a menudo. El 16% demostró bajos niveles de conflicto, el 60% moderado y el 22% alto. En esos 100 días se determinaría la manera de abordar esos problemas y las posiciones de ambos individuos no solo en la pareja, sino en la relación. "Si un matrimonio no va a resultar, lo más probable es que ello se manifieste en esta etapa", comentó Kamp. Las discusiones frecuentes y fuertes al principio no son un buen augurio.

la regla de los tres meses relacion
Alex Suprun Unsplash

Entendimiento

Según John Gottman, la importante en una discusión no es el problema en sí, sino encontrar la manera de desarrollar empatía hacia el otro. Aunque no se cambie de opinión sobre un tema, no hay nada como ponerse en el lugar del otro y comprender sus emociones. De esta forma será mucho más sencillo descubrir cómo se siente y por qué ha llegado hasta esa postura. Si se asume este comportamiento desde el principio, los conflictos podrán cerrarse y no supondrán un lastre durante toda la vida en común.

Para llegar hasta este punto es fundamental abrirse y expresar todas las posturas vitales: desde las prioridades hasta los aspectos en los que se podría ceder. También hay que establecer los valores de la relación y que ambos consideráis para vuestra familia. En este caso el entendimiento es una prioridad, pues hablamos de asuntos clave para el futuro.

Un equipo

Una relación es un equipo y debería quedar claro desde el primer momento. Durante esos primeros tres meses de convivencia no solo se estructura la relación según la calidad de las discusiones, sino que aparecen los roles que cada uno va a ejercer a través de ellas. La sumisión y la dominación, siempre desde un punto de vista sociológico y no salvaje, surgen en estas situaciones, donde uno de los individuos demuestra una actitud de obediencia, quizá por falta de personalidad o decisión, y otro de autoridad.

Aunque esos papeles dentro de la relación pueden repartirse en ese período de adaptación, recomendamos que nunca se llegue hasta ese punto. En todas las parejas hay grados, a veces cambiantes entre ambos miembros, pero el equilibrio sería la nota correcta ante las otras, mucho más disonantes. Estas relaciones son mucho más proclives al éxito, aunque las otras también sigan su curso en numerosas ocasiones, ya sean más o menos felices.

Si has empezado a convivir con tu pareja, aprende a manejar las discusiones en esta etapa clave. Si no, quizá te arrepientas en el futuro. ¡Suerte!

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