¡Riza el rizo!
Nuestro colaborador Ricky Romero anima a todos los novios a sorprender a la novia el mismo día de la boda. Una canción, una joya, un poema... ¡Ponle imaginación y caerá rendida a tus pies!
Se acerca el día B. Todo está preparado. Los invitados, finalmente, han confirmado su asistencia. El seting plan, tras innumerables cambios (y, por qué no decirlo, alguna que otra peleílla), queda definido. La novia ya tiene su vestido en casa. Nervios. Falta una semana. Quizá menos. En lugar de perder el tiempo consultando el tiempo del fin de semana (recuerda, uno de esos pocos elementos no controlables de una boda), ¡riza el rizo y sorprende a tu futura esposa el mismo día de la boda!
Puedes hacer varias cosas:
Acercarte a una joyería
Comprale un detallito en forma de colgante, anillo o pendientes. No es necesario que te dejes la paga extra en ello, pues ese día el más mínimo detalle se convierte en algo inmenso y repleto de significado.
Tócale una canción o hazle un escrito
Si lo piensas con tiempo, quizás puedas hacer un cursillo acelerado de piano y aprender a tocar esa canción que tan especial es para ella.O, si te van las emociones fuertes, atrévete con un poema o un discurso escrito, pensado y mimado especialmente para ella. Hagas lo que hagas, la sorprenderás seguro.
Asombra siendo tú mismo o reinventándote
Que tu mujer vea que sabes desenvolverte a la perfección en campos insospechados hasta esa fecha... Haz lo que quieras, como ya he dicho en alguna otra ocasión, en el día de tu boda casi todo vale. Pero, sobre todo, mantenlo en secreto. No se lo digas ni a tu mejor amigo. De esta forma lograrás que la sorpresa sea mayúscula y alcance, además de a tu novia, al resto de invitados.