Presentar las alianzas

Uno de los momentos más especiales de la ceremonia —ya sea civil o religiosa— es la presentación de las alianzas. Un instante tan especial merece una aparición de los anillos que esté a la altura. Se puede optar por la forma clásica o por la moderna. Y, dentro de esta última, podemos jugar e innovar.

La clásica

En una iglesia sinceramente recomendaría pocos inventos. El recinto, la atmósfera o el silencio únicamente roto por una hermosa melodía ya le dan un plus de solemnidad y espectacularidad al momento de la presentación de las alianzas. Yo ahí sólo os recomendaría una buena selección musical y que los anillos los lleve uno de los testigos hasta el altar (tradicionalmente, un testigo del novio). Si hay niños pequeños en la familia también pueden ser una bonita opción.

La moderna

Si os casáis por lo civil os sirve todo lo anterior y tenéis más cosas. Las mascotas, por ejemplo. Podéis atar las alianzas a vuestro perrito para que sea él quien las lleve hasta vuestra posición. Si lo hacéis, no obstante, pensad en atarle las alianzas en el último momento y tenerlo controlado todo el tiempo, no sea que el animal vea a un gato y se ponga a correr tras él con los anillos atados… Otra manera especial de presentar las alianzas es pedírselo a vuestro abuelo/a (si lo tenéis). La mayoría de las personas mayores viven con especial emoción la boda de un nieto. Si, además, les dais un especial protagonismo, tanto mejor. Y luego tenéis la forma de presentar los anillos. Vuelven a estar de moda las almohadillas o también están los bastidores porta alianzas. Si vuestra boda es temática, se puede innovar por ahí. Por ejemplo, si os casáis en el campo, ¿por qué no utilizáis un cesto bonito decorado con flores y que en el centro, bien presentados, descansen los anillos? Si vuestra boda es en la playa, ¿qué tal presentar las alianzas en un extremo de una estrella de mar? ¿A los dos os gusta leer? ¿Qué os parece llevar los anillos dentro de un libro antiguo? Hay cientos de maneras. ¡Buscad la vuestra!