Por favor, ¡agarrad el micrófono! El discurso de los novios
A veces el miedo escénico nos puede y cuando llega el momento de coger el micro y dar las gracias a nuestros invitados no somos capaces de articular palabra. Hoy nuestro novio experto nos cuenta cuán importante es hacerlo.
Hoy me apetece mucho hablaros de la importancia que tiene que los novios (o, al menos, uno de los dos) hagan un discurso en el día de su boda. Lo que a muchos os puede parecer algo obvio, aquí el que escribe tiene algo que confesar (ahora que no nos oye nadie): yo no lo hice. Y, la verdad, no hay día en que, un momento u otro, me lamente por ello. Entonces no lo vi tan mal: recuerdo que fueron muchas las personas que pidieron la palabra aquella noche; mi padre, mi suegro, mis amigos, sus amigas…
Cada discurso tenía idéntico final: los novios llorando como niños e incapaces de articular palabra por la emoción. Así que en aquel momento nos dijimos: “Está bien así”. Con el tiempo, y a base de asistir a bodas nacionales y extranjeras, he ido viendo, y sobre todo comprendiendo, la importancia que tiene decir unas palabras ese día. Y, mira por dónde, hoy se me ocurren varios motivos por los que hay que hacerlo:
Nunca esta de más dar las gracias
Una boda es el resultado que emerge de los esfuerzos (físicos y económicos) de muchas personas. No solo de los novios. Es de justicia reconocerlo.
Sois protagonistas
Es vuestro día y todo el mundo quiere escucharos. Olvidad la vergüenza, los lloros y las excusas de mal pagador. ¡Agarrad el micrófono y hablad!
La familia
Es un momento ideal para reconocer a vuestros padres, hermanos o familiares su labor con vosotros a lo largo de los años. Seguro que en parte sois lo que sois gracias a ellos (al menos yo siento eso).
Así que ya sabéis, no cometáis mi mismo error. Siempre os digo lo mismo, pero es que es cierto a rabiar: yendo bien, solo os casaréis una vez en la vida. Por lo tanto, no os perdáis ni uno solo de los momentos tan maravillosos que tienen lugar en una boda.
