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Bodas

Poemas de amor largos: ¡las 20 propuestas más románticas!

¿Buscas una manera especial de decirle a tu pareja lo mucho que significa para ti? Estos 20 poemas de amor largos te ayudarán a expresar con bonitas palabras lo que siente tu corazón.

Poemas de amor largos: poema Te quiero, de Mario Benedetti

Poemas de amor largos: poema Te quiero, de Mario Benedetti

Cualquier momento es bueno para decirle a tu pareja todo lo que significa para ti. Pero si quieres expresar tus sentimientos más allá de con un "te quiero", nada como unos poemas largos de amor para conseguirlo. Da igual si hace poco que estáis juntos/as, si estáis organizando la boda o si ya habéis pasado por el altar. Con cualquiera de ellos llegarás directo/a al corazón de tu amado/a. Así que no esperes más y elige ahora tu favorito.

Índice de contenidos

¡Muchas más frases!

Poemas de amor para mi novio largos

Poemas de amor largos: poema Cuando te nombran, de Gloria Fuertes

Si quieres recitar a los cuatro vientos lo mucho que quieres a tu pareja, nada mejor que apostar por alguno de estos poemas de amor largos y bonitos. Unos poemas de amor largos para enamorar a un hombre llenos de sentimiento y de palabras que llegan al alma. Imposible resistirse a los versos de Mistral o el ingenio de Gloria Fuertes, por ejemplo. ¿Con cuál de estos poemas de amor largos con autor te quedas?

1. Cuando te nombran, Gloria Fuertes

Cuando te nombran,
me roban un poquito de tu nombre;

parece mentira
que media docena de letras digan tanto.

Mi locura sería deshacer las murallas con tu nombre,

iría pintando todas las paredes,
no quedaría un pozo
sin que yo asomara
para decir tu nombre,
ni montaña de piedra
donde yo no gritara
enseñándole al eco
tus seis letras distintas.

Mi locura sería
enseñar a las aves a cantarlo,
enseñar a los peces a beberlo,
enseñar a los hombres que no hay nada
como volverme loca y repetir tu nombre.

Mi locura sería olvidarme de todo,
de las 22 letras restantes, de los números,
de los libros leídos, de los versos creados.

Saludar con tu nombre.
Pedir pan con tu nombre.
–siempre dice lo mismo- dirían a mi paso,
y yo, tan orgullosa, tan feliz, tan campante.

Y me iré al otro mundo con tu nombre en la boca,
a todas las preguntas responderé tu nombre
–los jueces y los santos no van a entender nada–.
Dios me condenaría a decirlo sin parar para siempre.

2. Amor a primera vista, Wislawa Szyborske

Ambos están convencidos
de que los ha unido un sentimiento repentino.
Es hermosa esa seguridad,
pero la inseguridad es más hermosa.

Imaginan que como antes no se conocían
no había sucedido nada entre ellos.
Pero ¿qué decir de las calles, las escaleras, los pasillos
en los que hace tiempo podrían haberse cruzado?

Me gustaría preguntarles
si no recuerdan
–quizá un encuentro frente a frente
alguna vez en una puerta giratoria,
o algún "lo siento"
o el sonido de "se ha equivocado" en el teléfono–,
pero conozco su respuesta.
No recuerdan.

Se sorprenderían
de saber que ya hace mucho tiempo
que la casualidad juega con ellos,
una casualidad no del todo preparada
para convertirse en su destino,
que los acercaba y alejaba,
que se interponía en su camino
y que conteniendo la risa
se apartaba a un lado.

Hubo signos, señales,
pero qué hacer si no eran comprensibles.
¿No habrá revoloteado
una hoja de un hombro a otro
hace tres años
o incluso el último martes?
Hubo algo perdido y encontrado.
Quién sabe si alguna pelota
en los matorrales de la infancia.

Hubo picaportes y timbres
en los que un tacto
se sobrepuso a otro tacto.
Maletas, una junto a otra, en una consigna.
Quizá una cierta noche el mismo sueño
desaparecido inmediatamente después de despertar.

Todo principio
no es más que una continuación,
y el libro de los acontecimientos
se encuentra siempre abierto a la mitad.

Poemas de amor largos: poema Yo canto lo que tú amabas, de Gabriela Mistral

3. Yo canto lo que tú amabas, Gabriela Mistral

Yo canto lo que tú amabas, vida mía,
por si te acercas y escuchas, vida mía,

por si te acuerdas del mundo que viviste,

al atardecer yo canto, sombra mía.

Yo no quiero enmudecer, vida mía.
¿Cómo sin mi grito fiel me hallarías?
¿Cuál señal, cuál me declara, vida mía?

Soy la misma que fue tuya, vida mía.
Ni lenta ni trascordada ni perdida.

Acude al anochecer, vida mía;

ven recordando un canto, vida mía,

si la canción reconoces de aprendida
y si mi nombre recuerdas todavía.

Te espero sin plazo ni tiempo.
No temas noche, neblina ni aguacero.
Acude con sendero o sin sendero.
Llámame a donde tú eres, alma mía,
y marcha recto hacia mí, compañero. 

4. Me desordeno, amor, me desordeno, Carilda Oliver Labra

Me desordeno, amor, me desordeno
cuando voy en tu boca, demorada;
y casi sin por qué, casi por nada,
te toco con la punta de mi seno.

Te toco con la punta de mi seno
y con mi soledad desamparada;
y acaso sin estar enamorada
me desordeno, amor, me desordeno.

Y mi suerte de fruta respetada
arde en tu mano lúbrica y turbada
como una mala promesa de veneno;
y aunque quiero besarte arrodillada,
cuando voy en tu boca, demorada,
me desordeno, amor, me desordeno.

Poemas de amor para mi novia largos

Poemas de amor largos: poema Te amo, de Julio Cortázar

Cualquiera de estos poemas de amor largos para enamorar a una mujer derretirá el corazón de tu amada. Y es que son poemas de amor largos para enamorar que hablan de ternura, de sentimientos y de pasión. ¡Imposible resistirse a la belleza de estos versos de amor escritos por los mejores poetas! 

5. Te amor por ceja, Julio Cortázar 

Te amo por ceja, por cabello, te debato en corredores
blanquísimos donde se juegan las fuentes de la luz,
te discuto a cada nombre, te arranco con delicadeza de cicatriz,
voy poniéndote en el pelo cenizas de relámpago y cintas
que dormían en la lluvia.

No quiero que tengas una forma, que seas precisamente
lo que viene detrás de tu mano,
porque el agua, considera el agua,
y los leones cuando se disuelven en el azúcar de la fábula,
y los gestos, esa arquitectura de la nada,
encendiendo sus lámparas a mitad del encuentro.

Todo mañana es la pizarra donde te invento y te dibujo,
pronto a borrarte, así no eres,
ni tampoco con ese pelo lacio, esa sonrisa.

Busco tu suma, el borde de la copa donde el vino
es también la luna y el espejo,
busco esa línea que hace temblar a un hombre
en una galería de museo.

Además, te quiero, y hace tiempo y frío.

6. Que el amor no admite cuerdas reflexiones, Rubén Darío

Señora, Amor es violento,
y cuando nos transfigura
nos enciende el pensamiento
la locura.

No pidas paz a mis brazos
que a los tuyos tienen presos:
son de guerra mis abrazos
y son de incendio mis besos;
y sería vano intento
el tornar mi mente obscura
si me enciende el pensamiento
la locura.

Clara está la mente mía
de llamas de amor, señora,
como la tienda del día
o el palacio de la aurora.

Y el perfume de tu ungüento
te persigue mi ventura,
y me enciende el pensamiento
la locura.

Mi gozo tu paladar
rico panal conceptúa,
como en el santo Cantar:
Mel et lac sub lingua tua.

La delicia de tu aliento
en tan fino vaso apura,
y me enciende el pensamiento
la locura.

Poemas de amor largos: poema El poeta pide su amor a quien le escriba, de Federico García Lorca

7. El poeta pide su amor a quien le escriba, Federico García Lorca

Amor de mis entrañas, viva muerte, 
en vano espero tu palabra escrita 
y pienso, con la flor que se marchita, 
que si vivo sin mí quiero perderte. 


El aire es inmortal. La piedra inerte 
ni conoce la sombra ni la evita. 
Corazón interior no necesita 
la miel helada que la luna vierte. 


Pero yo te sufrí. Rasgué mis venas,
tigre y paloma, sobre tu cintura 
en duelo de mordiscos y azucenas.

Llena pues de palabras mi locura 
o déjame vivir en mi serena 
noche del alma para siempre oscura.

8. Te quiero, Mario Benedetti

Tus manos son mi caricia
mis acordes cotidianos
te quiero porque tus manos
trabajan por la justicia

si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo
y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos

tus ojos son mi conjuro
contra la mala jornada
te quiero por tu mirada
que mira y siembra futuro

tu boca que es tuya y mí
tu boca no se equivoca
te quiero porque tu boca
sabe gritar rebeldía

si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo
y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos

y por tu rostro sincero
y tu paso vagabundo
y tu llanto por el mundo
porque sos pueblo te quiero

y porque amor no es aureola
ni cándida moraleja
y porque somos pareja
que sabe que no está sola

te quiero en mi paraíso
es decir que en mi país
la gente viva feliz
aunque no tenga permiso

si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo
y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos.

Poemas de amor largos de Pablo Neruda

Poemas de amor largos: poema XV, de Pablo Neruda

El escritor chileno ha pasado a la historia como uno de los grandes poetas del amor. Por eso, estos poemas de amor largos y románticos explicarán con palabras sencillas todo lo que siente tu corazón. "Yo la quise, y a veces, ella también me quiso". ¿Se puede decir de forma más bonita? Escoge uno de estos poemas de amor un poco largos para enamorar un poco más (si es posible) a tu persona favorita.

9. Poema XV

Me gustas cuando callas porque estás como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca.

Como todas las cosas están llenas de mi alma
emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,
y te pareces a la palabra melancolía.

Me gustas cuando callas y estás como distante.
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
Déjame que me calle con el silencio tuyo.

Déjame que te hable también con tu silencio
claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.

Me gustas cuando callas porque estás como ausente.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.

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10. Si tú me olvidas

Quiero que sepas
una cosa.

Tú sabes cómo es esto:
si miro
la luna de cristal, la rama roja
del lento otoño en mi ventana,
si toco
junto al fuego
la impalpable ceniza
o el arrugado cuerpo de la leña,
todo me lleva a ti,
como si todo lo que existe,
aromas, luz, metales,
fueran pequeños barcos que navegan
hacia las islas tuyas que me aguardan.


Ahora bien,
si poco a poco dejas de quererme
dejaré de quererte poco a poco.

Si de pronto
me olvidas
no me busques,
que ya te habré olvidado.


Si consideras largo y loco
el viento de banderas que pasa por mi vida
y te decides
a dejarme a la orilla
del corazón en que tengo raíces,
piensa
que en ese día,
a esa hora
levantaré los brazos
y saldrán mis raíces
a buscar otra tierra.


Pero
si cada día,
cada hora
sientes que a mí estás destinada
con dulzura implacable.
Si cada día sube
una flor a tus labios a buscarme,
ay amor mío, ay mía,
en mí todo ese fuego se repite,
en mí nada se apaga ni se olvida,
mi amor se nutre de tu amor, amada,
y mientras vivas estará en tus brazos
sin salir de los míos.

Poemas de amor de Gustavo Adolfo Bécquer largos

Poemas de amor largos: poema Rima XXIV, de Gustavo Adolfo Bécquer

Si hay un poeta relacionado con el amor, ese es el poeta sevillano. Y, al margen de la Rima XXI (Poesía… eres tú), estos dos poemas de amor largos de Gustavo Adolfo Bécquer tienen todo lo que necesitas para enamorar o enamorarte

11. Rima XXIV

Dos rojas lenguas de fuego
que a un mismo tronco enlazadas
se aproximan y al besarse
forman una sola llama;

dos notas que del laúd
a un tiempo la mano arranca
y en el espacio se encuentran
y armoniosas se abrazan;

dos olas que vienen juntas
a morir sobre una playa
y que al romper se coronan
con un penacho de plata;

dos jirones de vapor
que del lago se levantan
y al juntarse allí en el cielo
forman una nube blanca:

dos ideas que al par brotan,
dos besos que a un tiempo estallan,
dos ecos que se confunden…:
eso son nuestras dos almas.

12. Rima XXXVII

Antes que tú me moriré escondido;
en las entrañas ya
el hierro llevo con que abrió tu mano
la ancha herida mortal.

Antes que tú me moriré, y mi espíritu,
en su empeño tenaz,
sentándose a las puertas de la muerte,
allí te esperará.

Con las horas los días, con los días
los años volarán,
y a aquella puerta llamarás al cabo…
¿Quién deja de llamar?

Entonces, que tu culpa y tus despojos
la tierra guardará,
lavándote en las ondas de la muerte
como en otro Jordán;

allí, donde el murmullo de la vida
temblando a morir va
como la ola que a la playa viene
silenciosa a expirar;

allí, donde el sepulcro que se cierra
abre una eternidad…
¡todo cuanto los dos hemos callado
lo tenemos que hablar!

Poemas de amor largos para dedicar

Poemas de amor largos: poema ¿A un día de verano compararte?, de William Shakespeare

Si celebráis una fecha importante, se acerca vuestro aniversario de pareja o de boda, o simplemente te apetece mucho tener un detalle especial con tu media naranja, estos poemas de amor que llegan al alma largos son la elección perfecta para decirle a tu pareja cuánto la quieres. Dedícale un poema de Shakespeare, Lope de Vega o Benedetti y lo recordará siempre.

13. ¿A un día de verano compararte?, William Shakespeare

¿A un día de verano compararte?

Más hermosura y suavidad posees.
Tiembla el brote de mayo bajo el viento
y el estío no dura casi nada.

A veces demasiado brilla el ojo
solar y otras su tez de oro se apaga;
toda belleza alguna vez declina,
ajada por la suerte o por el tiempo.

Pero eterno será el verano tuyo.
No perderás la gracia, ni la Muerte
se jactará de ensombrecer tus pasos

cuando crezcas en versos inmortales.
Vivirás mientras alguien vea y sienta
y esto pueda vivir y te dé vida.

14. Soneto V, Garcilaso de la Vega

Escrito está en mi alma vuestro gesto
y cuanto yo escribir de vos deseo;
vos sola lo escribistes, yo lo leo
tan solo, que aun de vos me guardo en esto.

En esto estoy y estaré siempre puesto;
que aunque no cabe en mí cuanto en vos veo,

e tanto bien lo que no entiendo creo,
tomando ya la fe por presupuesto.

Yo no nací sino para quereros;
mi alma os ha cortado a su medida;
por hábito del alma misma os quiero;

cuanto tengo confieso yo deberos;
por vos nací, por vos tengo la vida,
por vos he de morir y por vos muero.

Poemas de amor largos: poema Soneto XII, de Lope de Vega

15. Soneto XII, Lope de Vega

Desmayarse, atreverse, estar furioso,
áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde y animoso;

no hallar fuera del bien centro y reposo,
mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho, ofendido, receloso;

huir el rostro al claro desengaño,
beber veneno por licor suave,
olvidar el provecho, amar el daño;

creer que un cielo en un infierno cabe,
dar la vida y el alma a un desengaño;
esto es amor, quien lo probó lo sabe.

16. Corazón coraza, Mario Benedetti

Porque te tengo y no
porque te pienso
porque la noche está de ojos abiertos
porque la noche pasa y digo amor
porque has venido a recoger tu imagen
y eres mejor que todas tus imágenes
porque eres linda desde el pie hasta el alma
porque eres buena desde el alma a mí

porque te escondes dulce en el orgullo
pequeña y dulce
corazón coraza

porque eres mía
porque no eres mía
porque te miro y muero
y peor que muero
si no te miro amor
si no te miro

porque tú siempre existes dondequiera
pero existes mejor donde te quiero
porque tu boca es sangre
y tienes frío
tengo que amarte amor
tengo que amarte
aunque esta herida duela como dos
aunque te busque y no te encuentre
y aunque
la noche pase y yo te tenga
y no.

Poemas de amor largos y románticos 

Poemas de amor largos: poema El amor duerme en el pecho, de Federico García Lorca

Si te preguntas, ¿qué poema largo para el amor de mi vida le gustará más? estás de suerte. Y es que en estos poemas de amor largos encontrarás versos perfectos para emocionar y conquistar a tu crush. ¿Cuál le vas a recitar al amor de tu vida?

17. El amor duerme en el pecho, Federico García Lorca

Tú nunca entenderás lo que te quiero
porque duermes en mí y estás dormido.
Yo te oculto llorando, perseguido
por una voz de penetrante acero.

Norma que agita igual carne y lucero
traspasa ya mi pecho dolorido
y las turbias palabras han mordido
las alas de tu espíritu severo.

Grupo de gente salta en los jardines
esperando tu cuerpo y mi agonía
en caballos de luz y verdes crines.

Pero sigue durmiendo, vida mía.
¡Oye mi sangre rota en los violines!
¡Mira que nos acechan todavía!

18. El beso, Anne Sexton

Mi boca florece como un corte.
Me han agraviado todo el año, tediosas
noches, sólo brutos codazos en ellas
y cajas delicadas de pañuelos gritando ¡llorona,
llorona, estúpida!

Hasta ayer mi cuerpo era inútil.
Ahora se está rompiendo por sus picos y esquinas.
Está rompiendo las piernas de la vieja Mary, nudo a
Nudo
y mira ─ ahora está todo invadido por esos rayos
eléctricos.
¡Zumba! ¡Una resurrección!

Érase una vez una barca, toda de madera
y sin tarea, ni agua salada debajo
y necesitada de alguna pintura. No era más
que un montón de tablas. Pero tú la izaste, la aparejaste.
Ella fue elegida.

Mis nervios están encendidos. Los oigo como
instrumentos musicales. Donde había silencio
tocan sin cesar los tambores, las cuerdas. Tú lo hiciste.
La obra de un puro genio. Cariño, el compositor ha
penetrado
en el fuego.

Poemas de amor largos: poema Como la primavera, de Juana de Ibarboutou

19. Como la primavera, Juana de Ibarbourou

Como un ala negra tendí mis cabellos
sobre tus rodillas.
Cerrando los ojos su olor aspiraste

diciéndome luego:

- ¿Duermes sobre piedras cubiertas de musgos?

¿Con ramas de sauces te atas las trenzas?
¿Tu almohada es de trébol? ¿Las tienes tan negras
porque acaso en ellas exprimiste un zumo
retinto y espeso de moras silvestres?

¡Qué fresca y extraña fragancia te envuelve!
Hueles a arroyuelos, a tierra y a selvas.
¿Qué perfume usas? Y riendo le dije:

¡Ninguno, ninguno!
Te amo y soy joven, huelo a primavera.

Este olor que sientes es de carne firme,
de mejillas claras y de sangre nueva.
¡Te quiero y soy joven, por eso es que tengo
las mismas fragancias de la primavera!

20. Bajo tu clara sombra, Octavio Paz

Un cuerpo, un cuerpo solo, un solo cuerpo
un cuerpo como día derramado
y noche devorada;
la luz de unos cabellos
que no apaciguan nunca
la sombra de mi tacto;
una garganta, un vientre que amanece
como el mar que se enciende
cuando toca la frente de la aurora;
unos tobillos, puentes del verano;
unos muslos nocturnos que se hunden
en la música verde de la tarde;
un pecho que se alza
y arrasa las espumas;
un cuello, sólo un cuello,
unas manos tan sólo,
unas palabras lentas que descienden
como arena caída en otra arena….

Esto que se me escapa,
agua y delicia obscura,
mar naciendo o muriendo;
estos labios y dientes,
estos ojos hambrientos,
me desnudan de mí
y su furiosa gracia me levanta
hasta los quietos cielos
donde vibra el instante;
la cima de los besos,
la plenitud del mundo y de sus formas.

¿Qué te han parecido estos poemas de amor largos? 20 opciones perfectas para expresar todo lo que sientes. Pueden ser la mejor forma de declararte, de pedirle que se case contigo, de celebrar vuestro aniversario de bodas o, ¿por qué no? de dejarle unas palabras llenas de amor un día cualquiera en la puerta de la nevera, en el espejo del baño o en su mesa de trabajo. ¿Tienes ya un poema de amor largo preferido?

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